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Estaba en un rincón del área de preparación del lugar del concierto, tratando de encontrar un momento de calma antes del gran evento. Pero el ajetreo y el bullicio que emanaban de las áreas cercanas me llamaron la atención. El concierto en Tokio estaba a solo unas horas de comenzar, y la energía en el backstage era intensa.
Salí de mi pequeño rincón y me adentré en el torbellino de actividad. El lugar estaba en plena transformación para el evento. El escenario se estaba montando con luces y efectos especiales, y el sonido de las pruebas de sonido resonaba en todo el recinto. Los miembros del equipo corrían de un lado a otro, asegurándose de que todo estuviera listo para la gran noche.
Los vestuarios estaban alineados en percheros, exhibiendo trajes modernos que eran un espectáculo en sí mismos. Chaquetas de cuero con detalles metálicos brillaban bajo las luces, camisas con estampados vibrantes y pantalones ajustados de colores neón se destacaban entre la multitud. Los trajes eran una mezcla audaz de moda futurista y estilo moderno, diseñados para deslumbrar tanto en el escenario como en la cámara.
El caos en el backstage no era solo visual. El sonido de la música a todo volumen, los técnicos ajustando micrófonos y luces, y la agitación general llenaban el aire con una vibrante energía. Los miembros de Aetherium estaban en medio de las pruebas de sonido, cada uno concentrado en sus partes y coreografías, preparando su mejor desempeño.
Una vez que la prueba de sonido llegó a su fin, el verdadero trabajo para el equipo de maquillaje y estilismo comenzó. Me dirigí rápidamente a la estación de maquillaje, donde los maquilladores y estilistas estaban listos para preparar a los miembros de la banda para el escenario. Mi primera tarea era Alex.
Alex se acercó a mí, visiblemente nervioso pero emocionado. Su cabello estaba despeinado de las pruebas y su piel necesitaba el toque final para brillar en el escenario. Sus ojos verdes y su estructura facial prometían un gran resultado con el maquillaje adecuado.
—Hola. —hablo tratando de calmar sus nervios —Estoy listo para empezar.
—¡Genial! Vamos a hacerlo. —respondí con una sonrisa, tratando de transmitir confianza.
Empecé aplicando una base ligera para igualar su tono de piel y crear una superficie impecable. Luego, pasé a resaltar sus rasgos naturales. Utilicé iluminador para acentuar sus pómulos y contorno para definir su mandíbula. Mi objetivo era darle un acabado que fuera natural pero espectacular, resaltando bajo las luces del escenario sin ser exagerado.
Mientras trabajaba, notaba cómo Alex se relajaba cada vez más, su ansiedad desapareciendo a medida que el maquillaje transformaba su rostro. Cada toque de mi pincel y cada aplicación de producto ayudaban a realzar su belleza y prepararlo para la actuación.
A pesar del bullicio a nuestro alrededor, el pequeño rincón de calma donde estábamos trabajando me permitió concentrarme en cada detalle. El resultado final fue un Alex radiante, listo para enfrentar el escenario y deslumbrar a su audiencia.
