En este capítulo, los eventos se desarrollarán a un ritmo más acelerado. Esto quiere decir que las escenas avanzarán de manera más ágil y dinámica, impulsando la trama hacia adelante con mayor rapidez. Sin más preámbulo, los dejo con el capítulo.
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ANYA
La terraza estaba envuelta en una calma que contrastaba con el bullicio de la ciudad abajo. Las luces de los edificios titilaban a lo lejos, Jake y yo estábamos allí, en silencio, nuestras miradas perdidas en el horizonte mientras procesábamos las revelaciones de la noche.
Sentía el frío del aire nocturno acariciando mi rostro, y me pregunté si el silencio entre nosotros era una forma de permitirnos digerir las emociones compartidas. A pesar de la tranquilidad que nos rodeaba, había una tensión palpable en el ambiente.
No debí mencionar que sabía sobre la decisión de Jake de dejar Aetherium; debí haberme quedado en silencio. Después de todo, nadie tenía idea de que yo estaba al tanto. Pero ya no había marcha atrás.
—Puedes estar tranquilo, no he dicho nada sobre eso a nadie. —confesé, rompiendo el silencio con una voz tranquila pero cargada de seriedad.
Me giré hacia él, tratando de leer su expresión, esperando encontrar alguna señal de alivio o de claridad en su rostro. Jake asintió lentamente, su mirada aún fija en el horizonte mientras reflexionaba sobre mis palabras.
—De todas formas, llegará el día en que el mundo lo sepa —respondió, con un tono resignado.
Suspiré, dándole la espalda a la vista de la ciudad. Me recargué en la barandilla, sintiendo el peso de nuestras palabras y el frío de la noche que acentuaba el momento. En el silencio que siguió, la inmensidad de la ciudad parecía un reflejo de la inmensidad de los desafíos que ambos enfrentábamos, y la calma de la terraza solo servía para intensificar el eco de nuestras preocupaciones.
Finalmente, decidí romper el silencio.
—Sé que no debería meterme en el tema, pero... ¿estás completamente seguro de esa decisión? —cuestioné — ¿No crees que es algo precipitado?
Jake me miró, sus ojos cargados de una mezcla de frustración y cansancio.
—¿Por qué todo el mundo me dice lo mismo? —murmuró —.Dicen que no estoy pensando las cosas y que es una decisión precipitada.
La pregunta de Jake flotó en el aire, y la duda en sus ojos reflejaba el conflicto interno que estaba atravesando.
—Es que, —dije, buscando las palabras adecuadas —he visto cómo brillas en el escenario. Cuando estás con Aetherium, cantando y conectando con tus fans, es evidente que amas lo que haces. Se nota en cada nota que cantas, en la forma en que te entregas.
