Capítulo uno

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"Tu propósito"

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"Tu propósito"

Para cuando la emboscada había comenzado, ella pasaba por un miedo que nunca había experimentado. No por lo que pudiese ocurrir con ella, sino por la seguridad de Rhaena, Joffrey y los huevos de dragón que habían dejado a su cargo.

Al ver que detenían el carruaje, se había apresurado en ayudarlos a escapar con uno de los guardias que los escoltaban hacia el Valle de Arryn, para así arriesgarse en su lugar.

— Escúchame, deben irse de aquí ahora mismo. —Observó a Rhaena con un notable pánico en su mirada, extendiéndole a Joffrey para que lo cargara.

— ¿Qué? No, no te dejaré aquí, Daelia. —Protestó su media hermana, mientras ayudaba a abrir la puerta para que pudiesen escapar.

— No fue una pregunta. Si no se van, los van a asesinar. —En cuanto abrió la puerta, tomó a Rhaena del brazo y la obligó a bajarse junto al guardia que llevaba los huevos que aún no habían eclosionado. — Estaré bien, confía en mí.

Lo último que supo de sus hermanos era que corrían hacia el bosque a encontrar un lugar seguro, o eso esperaba.

No podía tomar control de sí misma, ni hacia donde se dirigía y mucho menos ordenar los pensamientos de su cabeza; estaba siendo sostenida por dos hombres que habían atado sus manos y cubierto sus ojos con una venda. Le dolían las partes en las que tenía cortes por el reciente enfrentamiento, las piernas ya cansadas de tanto caminar e inevitablemente le dolía la cabeza al oír al maldito Ser Criston dar indicaciones a los demás hombres para que no la dejasen escapar.

𝗗𝗔𝗘𝗟𝗜𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora