POV Milk
Casi era mediodía y el comedor estaba en completo silencio, roto solo por la voz de Sirilak desde el otro extremo de la mesa.
—Milk —me llamó con seriedad.
Habían pasado dos noches desde que Sirilak irrumpió en mi habitación justo en el momento en el que Love y yo estábamos a punto de ¿Besarnos?. Su excusa fue que había tenido una pesadilla y que necesitaba que alguien la acompañara o le permitiera dormir allí. Love y yo nos miramos confundidas, pero aceptamos. Sirilak durmió en medio, impidiendo que cualquier otra cosa pasara.
— Sirilak —respondí mientras me giraba hacia ella, notando su mirada fija.
— Esa noche, cuando entré en tu habitación... —Sirilak hizo una pausa, y sentí cómo mi corazón latía con fuerza— Tú y Love estaban por besarse, ¿Cierto? —dijo, levantando una ceja, y su mirada fue tan intimidante que me dejó sin palabras por un segundo.
— ¿Qué? —respondí, un poco aturdida. Ni siquiera yo había previsto que eso sucediera, aunque aceptaba que Love y yo si nos estábamos acercando muy peligrosamente— ¿Cómo crees que haría eso?
— Porque eso fue lo que vi —contestó con calma, mientras jugaba con los fideos de su plato.
— Al parecer viste mal, querida hermana —respondí, poniéndome de pie, queriendo cerrar el tema de inmediato. No me sentía cómoda hablando del tema.
Caminé hacia la cocina a lavar mi plato, tratando de calmarme. ¿Qué cosas pasaban por la mente de Sirilak? Claro, Love era una chica hermosa, y la primera vez que la vi me dejó embobada, pero no era más que eso: admiración. ¿Cierto? Lo mismo me había ocurrido con la maestra Engfa en su momento; ella también me hacía sentir atraída por su sonrisa y sus labios. Con el tiempo había aprendido a no darle importancia.
Desde aquella noche, Love no había vuelto a aparecer, ya llevaba dos días ausente. En cambio, View seguía siendo una visita inquebrantable cada tarde a las 2 pm. Jugábamos básquet o pasábamos el rato en la piscina, distrayéndonos un poco.
— ¿A dónde vas? —me preguntó View mientras lanzaba el balón hacia la canasta. Sirilak corrió tras él para que no se alejara demasiado.
— Voy a la tienda de conveniencia por unos rollitos de canela. ¿Quieren algo? —dije mientras revisaba que tenía suficiente dinero en los bolsillos. No quería repetir la última vez, cuando, al ir por un helado, me di cuenta de que el dinero brillaba por su ausencia en el momento de pagar.
— Yo estoy bien —dijo mi hermana, algo distante.
— Yo quiero una Coca, ¿Se puede? —View corrió a mi lado. Desde la cancha, escuchamos a Sirilak pidiendo el balón de vuelta. View tomó impulso y se lo lanzó, luego me agarró del brazo y me llevó un poco más lejos, con una expresión seria— Esto es algo que no le he contado a Sirilak a pedido de Love, pero tú eres la excepción para ella.
La curiosidad y preocupación se mezclaron en mi rostro. Si Sirilak se enteraba, seguramente no me hablaría por lo que restara del año escolar.
— Love está enferma, por eso no ha venido a jugar con nosotras.
— ¿¡Qué!? —exclamé demasiado fuerte, notando que Sirilak nos miraba desde la cancha. Alcé la mano, calmándola con un "no pasa nada" antes de volverme hacia View— ¿Qué? ¿Y por qué no quiere que Sirilak vaya a verla?
— Love sabe que tu hermana tiene un enamoramiento por ella, pero no le corresponde —View se encogió de hombros, como si eso explicara todo, antes de caminar de regreso a la cancha.
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MISMO LUNAR [MilkLove & LingOrm]
FanfictionMilk era la adoración de su padre. Tenía su carácter, su caminar, su sensibilidad y dos de sus lunares. Desde que ella tiene memoria su abuela le contaba que cuando cumpla 8 años recibiría una noticia y un regalo que le duraría toda la vida incluso...