— Yyyy, ¿dices que esa tal Orm es amiga tuya? —Love apenas había regresado de su última quimioterapia. Sujetaba firmemente su cintura con uno de mis brazos, ayudándola a llegar hasta su cama.
— Yup, pero por motivos que no sé, ella no almuerza conmigo y las chicas; simplemente se va.
— Entiendo, aunque la verdad no entiendo… —Love pasaba la yema de sus dedos sobre el pedazo de algodón que habían colocado sobre la zona cerca de su muñeca.
— Patt, ¿duele mucho? —Pregunté, preocupada. Love solo me dio una sonrisa débil mientras recostaba su cabeza en el respaldo de su cama. Se veía agotada, con leves tonos púrpuras bajo sus ojos, pero su rostro seguía emanando aquel brillo que solo ella podía poseer. Era como el sol en medio de una enorme agrupación de nubes grises: ella, el Sol, y la leucemia, las nubes grises.
— Créeme que uno se acostumbra. Pero no hablemos de mí, amiga leucemia; hablemos de tu amiga Orm —Al decir su nombre, Love abrió ampliamente sus ojos.
— Ah, sí. Pues ella es… ammm, creo que tiene amigos en otros salones y pues solo estamos juntas en las clases.
— Me alegra que no estés sola —Love levantaba uno de sus pulgares— Estoy agradecida con esa tal Orm — Aquel tono al decir su nombre volvió a surgir.
— Ella es genial. La vez pasada le dio con un borrador en la frente a un compañero que estaba tratando de intimidarme —Dije con orgullo —Ese perdedor terminó en la enfermería.
— Entonces es una chica ruda, ¿eh? —Love trataba de alcanzar su botella de agua. Me adelanté y logré alcanzarla primero; no quería que se lastimara en el intento de beber agua. También la destapé y se la di.
— Gracias, Milk —Love me agradeció con una sonrisas.
Visitaba de forma continua a Love. Cada que salía del instituto, pasaba a contarle cómo había ido mi día y que me contara cómo había sido su mañana. Luego iba a casa, me alimentaba, terminaba mis deberes y me encaminaba de nuevo hacia su casa. View la visitaba casi al mismo tiempo que yo por las tardes, pero su tiempo no era tanto como el que yo pasaba con Love. Sirilak, desde que se enteró, solo había venido a visitarla unas seis o siete veces; ella era una ingrata. Y pensar que casi me había armado la guerra por pasar tiempo con Love.
El instituto estaba siendo mejor de lo que me imaginaba, todo esto gracias a Kornnaphat. Ella era, según lo que escuché hablar a mis compañeros en su ausencia, una de las chicas más hermosas del instituto. Su padre pertenecían a la realeza; era el sobrino nieto de un primo hermano del Rey. Su aspecto físico hacía justicia a su linaje: su caminar era distinguido y elegante, hablaba con elegancia y su gesticular lo era aún más. Pero nadie conocía ese lado que había en Kornnaphat Sethratanapong que las hacía ser Orm, la hiperactiva Orm.
— Hoy será el primer receso que pasaremos juntas, Milk. — Su tono de voz estaba cargado de emoción mientras me abrazaba por mi costado izquierdo. Habíamos ido al baño a lavarnos las manos para poder comer. — Eres muy bonita y este lunar tuyo te da un aura sexy, grrr. — Me dio un toque rápido en el lunar con uno de sus dedos. — Vamos, vamos, vamos.
— Orm, con cuidado que vas a tropezar — Vi cómo mi amiga iba dando saltitos.
— No tengo miedo porque sé que tú me vas a cuidar — Extendió su mano derecha para poder tomarla y así dirigirnos hacia el comedor. La tomé sin dudar y ella jaló de mí.
Mi amiga era una niña con mucha energía.
— Entonces… ¿almorzaremos con tu hermana y con mi prima, correcto? —Era la tercera vez en el día que me preguntaba lo mismo.
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MISMO LUNAR [MilkLove & LingOrm]
FanficMilk era la adoración de su padre. Tenía su carácter, su caminar, su sensibilidad y dos de sus lunares. Desde que ella tiene memoria su abuela le contaba que cuando cumpla 8 años recibiría una noticia y un regalo que le duraría toda la vida incluso...