Rey Mago -HIATUS-

Capítulo 9: Segundo Ritual

"Qué es este segundo ritual?" Preguntó harry.

"Como Sirius dijo que quería mantenerlo como una sorpresa, dijo que sería un buen regalo para su cumpleaños número 14 que se acerca. De todos modos, encontró una manera de eliminar el peligroso veneno de basilisco en su vena e incluso hacerlo suyo."

"Todavía no entiendo,", dijo Harry, incapaz de envolver claramente su cabeza alrededor de todo esto.

"Lo harás cuando se complete el ritual." La señora Tonks respondió. Luego, de repente, gritando, "Kreacher", el antiguo elfo doméstico apareció en la cámara ritual.

"Kreacher", repitió la señora Tonks, "Lleva a Sirius a su habitación y luego encuentra a mi hija y a Lupin los reordenamientos de vida adecuados."

Moverse con la cabeza hacia el elfo de la casa para poder reforzar la orden de la bruja mayor y al mismo tiempo pronunciarla. "Haz lo que te dice, Kreacher, sin hacer preguntas."

"Sí, Maestro Harry Potter," el viejo elfo de la casa raspó y con eso primero desapareció con Sirius, que durante mucho tiempo se quedó dormido, luego vino a buscar a Tonks y Lupin para verlos a salvo a la cama.

Volviendo su mirada hacia el joven mago, el mediwitch preguntó: "¿Cómo conseguiste que Kreacher te siguiera tan bien? Pensé que tendría que discutir de un lado a otro con él."

"Es una larga historia", respondió Harry con un suspiro, "Tal vez te lo cuente en otro momento."

Asintiendo con la cabeza en reconocimiento, el mediwitch se acercó a su estación de pociones y regresó con un ungüento en la mano. "Cabeza arriba luego ve a ducharte y cámbiate de ropa, después de eso usa esto para limpiar tus heridas y durante ese tiempo prepararé el segundo ritual."

"Hierras! Qué heridas?" Harry preguntó confundido mientras tocaba sus brazos, el pecho, luego su cara, que estaba resbaladiza de sangre. "Oh," Harry simplemente pronunció, debe haberse hecho eso a sí mismo durante el ritual gracias a todo el dolor que estaba sufriendo.

"Está bien, volveré muy pronto, tía Dromeda, no te adelantes."

"Eso es muy amable de su parte querida", respondió la señora Tonks mientras se frotaba la cabeza juguetonamente, "Pero no se preocupe por el pequeño viejo yo."

"Vamos, tía Dromeda no te menosprecies a ti mismo", expresó Harry de una manera severa. "Eres importante para mí, Sirius, y un montón de otras personas y no vamos a querer verte acostado."

"Bien, me lo tomaré con calma, querida", respondió la bruja mayor como una cálida sonrisa en sus labios. "Ahora date prisa, para que empecemos."

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Una vez más, sentado en medio de la cámara ritual con un círculo mágico que lo rodeaba por todos lados, Harry trató de ignorar la sensación de picazón en su rostro. Ahora que se dio cuenta de que su rostro estaba anotado crudo por sí mismo, el dolor se enfocó de manera clara y aguda. Tenía ganas de rascarse un poco más para aliviar el dolor, pero eso solo empeoraría la abrasión.

Tomando respiraciones profundas y tranquilas, Harry trató de concentrarse en otra cosa para evitar el dolor.

"Ahora escucha querida", llamó la señora Tonks cuando vino a él con un tomo abierto a una página selecta. "Este ritual está sobre ti, no habrá ninguna de nuestras manos guías para mostrarte el camino, y toda la magia será extraída de ti solo."