Rey Mago -HIATUS-

Capítulo 87: Revelar

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Caminando a la oficina del anciano para sus clases privadas en lugar de ir a sus pociones dobles que solía hacer los viernes. Saludó a las gárgolas que custodiaban el frente y entró en la gran y magnífica oficina circular.

Harry notó una vez más que el anciano no estaba adentro, lo cual era bueno para él realmente ya que no tenía que lidiar con él. Que se quede aturdido en la Confederación Internacional de Magos.

Sin embargo, se dio cuenta de que era el hermoso pájaro rojo llameante encaramado en un encantador soporte de madera. Lo miró una vez que entró, y Harry simplemente asintió con la cabeza hacia Fawkes y le arrojó un regalo de su anillo de Señorío.

Configurando su caldero y poniéndolo a fuego lento en la parte superior del escritorio con patas, Harry abrió su libro de pociones a cierta página, que era la poción en la que estaría trabajando durante el día.

En cuestión de una o dos horas, Harry terminó con su poción y la dejó a un lado para que el anciano la mirara cuando regresara.

Como tenía mucho tiempo, Harry hizo lo que solía hacer, y fue a los estantes llenos de tonos interminables en una variedad de temas sobre magia.

Harry simplemente no podía creer todo el conocimiento contenido aquí, de hecho era una colección muy vasta de tonos mágicos, libros de hechizos, teorías mágicas raras, experimentos valiosos, investigaciones innovadoras y mucho más.

No pudo evitarlo, ya que tuvo que limpiar la baba que siempre se deslizaba por el rabillo de la boca cuando contemplaba esta gran colección. Como no había nadie aquí para detenerlo, o decirle que pasó los dedos por los libros leyendo los títulos hasta que uno agarró su interés y lo sacó del estante.

Dirigiéndose a sentarse en una esquina para relajarse y leer, escuchó un graznido, y dándose la vuelta para mirar a Fawkes, vio al pájaro mirándolo. Harry ya sabía lo que significaba esa mirada, "No tienes miedo de engordar, Fawkes?" preguntó con una risita profunda mientras sacaba otro regalo y lo arrojaba al pájaro en llamas.

Mirándolo enojado mientras tomaba el refrigerio desde el aire, lo rompió como para decir: '¡NUNCA!'

"Apárate,", dijo encogiéndose de hombros, "no me culpes cuando te vuelves demasiado gordo como para levantarte en el aire", bromeó.

Squawking enojado con él mientras el pájaro gigante en llamas agitaba sus alas, Harry se rió bien mientras corría para sentarse cerca de la chimenea donde era agradable y tostado.

Pronto, Harry se relajó en una bolsa de frijoles que convocó y disfrutó de su noche mientras devoraba algunos libros.

Estaba tan absorto con su libro que ni siquiera lo notó cuando alguien entró por la chimenea. Entonces el extraño se acercó a él y murmuró, "Mmm, Artes Defensivas Únicas de Castillos, realmente es un buen libro de magia!"

Saltando hacia arriba cuando su libro fue arrojado a un lado, Harry estaba fuera con su varita en una película y ya estaba en una postura defensiva.

"Profesor Dumbledore", dijo sorprendido cuando se volvió para enfrentarse al orador.

"Veo que eres rápido en tus pies", sonrió suavemente el anciano sin inmutarse en lo más mínimo con la varita apuntando a su rostro.

"Lo siento", dijo Harry mientras guardaba su varita, "Me sorprendiste."