Capitulo 5

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Margot

Oscar me habia invitado a desayunar sin Leanh, para platicar.

Me mire en el espejo.

¿Todavia le parecere guapa?

—Que guapa te ves mami—dijo Leanh apenas con los ojos abiertos.

—Gracias mi vida—le di un beso en la frente.

—A donde vamos mami—dijo poniendose los zapatos.

—Yo voy a ir a desayunar con Oscar, tu te quedaras aqui con tus tias, volvere en un ratito—lo alce en brazos.

—Por que no puedo ir—pregunto poniendo su cabeza en mi hombro.

—Por que es un lugar donde no pueden ir niños—le bese la frente.

—Pero yo quiero ir—dijo con un puchero.

El mismo puchero de Oscar.

—Yo te llevaria mi amor, pero no puedo, prometo traerte algo—abri la puerta y bese la frente de mi bebé.

—Me traeras una dona y un juguete—pidio haciendo ojitos.

—Un juguete no lo se, pero una dona si—le dije bajando las escaleras con Leanh en brazos.

—¿Por que un juguete no?

—Ya tienes demaciados—dije sentandome con el en el puff.

—Pero uno mas no importa—dijo recostado en mi pecho.

—Si importa, la abuela Nicole te compro uno ayer—le dije.

—Una dona de mucho chocolate—pidio.

Asenti y le bese la coronilla y el se recosto en mi pecho.

—Aqui estas, nos vamos—dijo Oscar entrando.

Leanh le pidio los brazos y el lo cargo.

Los mire extrañados.

¿Desde cuando son tan unidos?

—Si, Leanh, amor, portate bien y no hagas ninguna travesura ni pequeñita—le dije agachandome a su altura y sentandolo en el puff.

—Okey mami—beso mi mejilla—adios Oscar.

—Adios campeón—chocaron las palmas.

Salimos de casa y subimos a su auto.

—Desde cuando se llevan tan bien—pregunte mirandolo fijamente.

—Desde cuando de—se corto el mismo.

—Eh?

—Que desde que empezaron las vacaciones—dijo con la mirada en la calle.

—Me alegra que ya se lleven bien—dije mirando la ventana.

Entramos a la zona de restaurantes caros.

Era muy temprano asi que no habia mucha gente por la zona.

—Te ves hermosa—dijo Oscar.

—Gracias.

Tomo mi mano.

—Vamos—salio del auto y tomo mi mano.

—Extrañe esto, sabes, tomarte la mano, caminar, o simplemente tenerte cerca—dije acariciando su mano.

—Yo igual, extrañe tenerte cerca, tenerte conmigo, como antes—susurro en mi oido.

Bese su mejilla.

Entramos al restaurante y nos sentamos en la terraza.

—Cuentame como fue el parto de nuestro bebé—dijo Oscar con una sonrisa que hizo brillar los ojos.

Parte de tu ADNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora