Me gustas, y mucho

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"No puedo creer que esto esté pasando de verdad." Pensaba Blas mientras que su "amigo" lo besaba tímidamente y acariciaba levemente su mandíbula.

El beso iba aumentando su intensidad con cada leve jalón de pelo por parte de Blas. Ambos lo disfrutaban mucho mientras iban tocando y acariciando cada parte del cuerpo del otro.

Al mismo tiempo que Juan seguía acariciando la mandíbula de Blas, él bajó sus manos hacia la cintura del contrario. Ya con sus manos allí, el pelinegro hizo que el castaño estuviera encima suyo con un movimiento brusco.

Cuando paso esto, ambos soltaron una risa nerviosa y continuaron con lo que estaban haciendo.

Siguieron besandose y tocandose mutuamente hasta que escucharon como alguien tocaba la puerta.

Se separaron del beso y se miraron con una expresión de terror.

El castaño se bajo rápidamente del pelinegro y volvió a acostarse a su lado en cuanto escucharon la voz de la mamá de Blas:

-Chicos, ¿Puedo pasar?- preguntó detrás de la puerta.

-¡Si!- respondieron ambos con algo de nerviosismo en su voz.

La mamá de Blas entro, prendió la luz y vio a los dos "amigos" con el rostro algo sonrojado.

-¿Por qué están rojos?- interrogó con curiosidad.

-Eh...- dijo el ojiazul mientras pensaba algo.

-Lo que pasa es que... Hace calor acá, es eso.- invento.

-Esta bien, prendan el aire entonces.- los dos asintieron. Luego de eso hubo un breve silencio incómodo, hasta que la mamá de Blas volvió a hablar:- Bien, nosotros ya nos vamos a dormir, hasta mañana, niños.

-Hasta mañana ma.

-Hasta mañana señora Polidori.- se despidió Juan y la mamá de Blas salió de la habitación.

Cuando terminó de cerrarse la puerta, ambos empezaron a reírse.

-¡Ay, me re tente, boludo!- dijo el pelinegro mientras seguía riéndose.

-¿Que teníamos calor, enserio, Blas?- preguntó el castaño entre risas.

-La próxima vez inventa algo vos entonces, pelotudo.- respondió sin poder parar de reírse.

-Hace frío afuera, pajero.- soltó una última risa y se calmo un poco.

-... Ah, mal.- dijo luego de pensarlo un rato, Juan volvió a tentarse y río más fuerte.

Ambos quedaron riéndose un rato más, cuando por fin se calmaron y se voltearon para verse mutuamente.

-Oye, ¿En verdad hiciste lo que hiciste?- preguntó Blas para romper el silencio.

-Eso creo...- hizo una pausa.- ¿Estuvo mal...?- cuestionó nerviosamente.

-No...- lo agarro de la mano.- Enserio, Juani, yo también lo deseaba hace rato...- respondió igual de nervioso.

Se quedaron unos segundos de esa manera: tomados de la mano y escuchando sus respiraciones, el momento no podía ser más perfecto y personal para ellos.

-Eso significa que... ¿Tú sientes lo mismo que yo?- rompió el silencio.

-En el caso de que yo te guste; si.

-¿Yo te gusto?- preguntó con una sonrisa.

-Obvio, bobo. Me gustas mucho.- apretó un poco el agarre de sus manos.

Juan se dió media vuelta y abrazo a Blas. No emitían palabras, el ser consientes de que sus sentimientos eran correspondidos era suficiente para ellos.

~🎀🤍~

VOLVIMOS Y CON TODO, EH.

Cap corto pero ok, se los voy a recompensar, lo prometo.

Finjamos como que no deje está historia solo dos meses, ¿Okey?

¿Y, que cuentan? Yo acá tranqui, sin entender matemáticas pero bueno, la vida sigue.

Y bueno, eso por hoy, byeeeeee <333

¿Casualidad o destino? - Juani Caruso y Blas PolidoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora