CASILLERO EQUIVOCADO (ChengxDre)

Capitulo 4

— Oye, ¿viste la película que te recomendé? — Harry susurró, estaban en clases. — El actor se parecía Cheng ¿no es así?

— Ha Cheng, no me lo menciones — suspiró.

—¿Problemas de pareja? — Preguntó —Creí que te estaba empezando a caer bien.

— Ese es el problema, me esta cayendo bien — respondió, apoyándose en su escritorio— La cage con él, me invitó a su torneo el sábado y lo olvidé.

— ¿No fuiste? — le reciminó — oye eso no se hace.

— ¡Ustedes dos! ¡Salgan de mi clase! —Gritó el profesor — Apenas es lunes y ya empiezan a molestar en el salón.

Bajo la atenta mirada de todos los estudiantes, el moreno y el rubio salieron de la clase que tenían de matemáticas, al parecer habían escuchado su plática.

— Maldito viejo, ni siquiera me gusta su clase — Refunfuñó el rubio — Pero bueno al menos ya me puedes contar mejor.

— Espero no le den la queja a mi mamá — Habló preocupado el moreno —Pero bueno, como te decía, no fue mi intención no ir, realmente lo olvidé.

— Mmm ¿Crees que Cheng este enojado? ¿Qué pasa si te golpea?

— Eso no pasará, el dijo que nunca más lo haría — recordó Dre lo que Cheng le dijó — Solo hablaré con él en el almuerzo, estoy seguro de que entenderá.

— Si no hubieras ido a algo que yo te invité, te dejaría de hablar — Dijó el rubio.

— Pues yo sería el más feliz si Cheng me dejara de hablar — Habló cruzando los brazos, se sentía un poco inquieto, pero no lo aceptaría — Además, solo era una tonta competencia.

Ambos chicos esperaron la siguiente clase sin volverse a dirigir la palabra, no querían que los volvieran a sacar, sin embargo ambos se sentían mal, Harry no le agradó la osadía de Dre y a Dre, no le gustaron sus propias palabras.

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El timbre sonó y ya era hora del almuerzo.

— Te veo al rato — Se despidió de su amigo.

— ¿A donde vas? — preguntó el rubio pero luego recordó — oh cierto comerás con tu novio.

— Si, de seguro me esta esperando —Dre volvió a despedirse y salió del salón.

Comenzó a caminar por los pasillos, se sentía nervioso, Harry no se dio cuenta pero el si, esta vez Cheng no lo había ido a buscar, pero lo entendía, quizás estaba enojado y ya se encontraba en la azotea.

Llegaría, le explicaría que se le olvidó la invitación y Cheng lo perdonaría, todo fácil.

Trataba de convenserse a si mismo que todo iba resultar bien, el asiático se miraba tan calmado estos últimos días en los que habían pasado juntos.

Y ese era el problema, se sentía tan calmado qué le estaba comenzando a agradar, más de lo que debía, tenía miedo de que cuando esta farza terminara, el único herido fuese él asiático.

Cheng el único herido ¿verdad?

Estaba sintiendo algo que cada día crecia más y más, tenía que empezar a preocuparse. No debía dar paso a ningún sentimiento, talvez  era solo lástima.

Salió de sus pensamientos,había llegado a la azotea, abrió la puerta, estaba a punto de encontrarse con Cheng.

El problema era que Cheng no estaba ahí.

Dre se sintió confundido, talvez solo estaba en otra parte, comenzó a buscar en todo el lugar, pero efectivamente, no había rastro del asiático.

— ¿Donde estás? — Se preguntó a si mismo el moreno — oh cierto, la cafeteria.