PATRICIO [F1 MULTISHIPP]

II. "PATO"

Patricio comenzó desde pequeño en los Karts, quería ser como su madre, quería ser un gran piloto para México.

El talento que tenía para gestionar sus neumáticos fue algo que llamó la atención, la gente estaba feliz y emocionada de ver en él a un posible sucesor y aspirar a tener a otro piloto mexicano en la fórmula 1.

El apellido Pérez pesaba sobre sus hombros.

Sabía que debía ser el mejor si quería que todos se recordaran el apellido Pérez en sus mentes.

El tiempo le entregó la madurez para abrazar su pasado, su presente y su futuro. Quizás añoraba una vida donde su madre vivía y estaba junto a él disfrutando de los karts... quizás.

— ¿Estás listo?

— Nací más que listo.

El fichar con Mclaren no fue una casualidad. Estaba fríamente planeado.

Lando Norris había sido uno de los pilotos consentidos de la escudería y a su vez, había sido la peor escudería a la que fue a caer su madre.

Está era una venganza para todos los que alguna vez lastimaron a Sergio Pérez.

Hacer tocar la gloria al equipo que daño y apoyó al maldito que lastimó a su madre solo para dejarlos en el mejor momento era una parte de su venganza.

Las victorias de la Indy Car trajeron consigo la adoración del público y del equipo además... de un niño oso cariñoso y encimoso.

Oliver Bearman era el hijo más joven del matrimonio Sainz Leclerc y desde que el niño tenía 15 años y él 21 años.

Nunca le interesó una relación, su vida giraba únicamente en venganza y hacer sufrir a todos los causantes de su dolor y el de su madre.

Pero debía admitir que le gustaban los cumplidos y regalos que le hacía el joven enamorado. Sin embargo, siempre le dejó en claro que no podía aceptar sus sentimientos porque había una diferencia de edad muy grande además de que esté aún era menor de edad junto al hecho de que no quería involucrarse con nadie, no deseaba una relación.

La idea de una familia grande, un esposo amable y un hogar eran sueños que le pertenecían a su padre y que le hubiera encantado que cumpliera pero ese no era su sueño.

No quería un esposo y mucho menos hijos. No era la vida que quería para él.

— Son para ti, felicidades — Oliver llegó con un gran ramo de flores para celebrar su P2. No tenía ánimo alguno para celebrar pero las aceptó. No podía rechazar un regalo sabiendo que Oli le había puesto esfuerzo y dinero.

— Gracias, osos. — Sonrió un poco antes de dejar las flores a un costado — ¿Tengo algo en el rostro?

— No, solo me gusta verte. Eres más lindo cada día.

— Estás mejorando con los cumplidos — Le revolvió el cabello con una sonrisa amplia.

— Sabes que haría lo que fuera para que tus ojos me mirarán como un pretendiente serio.

— Cuando tengas 20 años lo voy a considerar, osos — Le respondió con coquetería antes de despedirse y regresar a su garaje para celebrar con su equipo.

Siempre tenía que usar una máscara con el equipo, las sonrisas que les dedicaba no eran más que una fachada para avanzar hasta la Fórmula 1.

Y después de largos años.

Lo consiguió.

Era piloto titular en F1.

Su nombre se añadía a los pilotos que habían logrado ascender a la máxima categoría.