Seguimiento

100 15 1
                                    

Seis semanas después

En este tiempo alondra se dedico a la misma rutina, tulipán, sobre, postre.

Todos los días los mismos pasos empezando a crear una costumbre, costumbre a la cual la gente también se empezó a acostumbrar.

Algunos veían a alondra con admiración, otros la veían con pena y otros la veían de una forma un tanto rara.

A alondra en verdad no le importaba, se sentía bien teniendo esos detalles con rai y aunque las reacciones de rai siempre fueron simples, aveces un gracias o solo la miraba asintiendo con la cabeza, en verdad aunque eran cosas simples disfrutaba esas reacciones y no iba a parar de tener esos detalles con ella.

Alondra estaba caminando por la escuela mientras escuchaba música, era por la mañana y apenas había dejado las cosas en el salón cuando de repente choco con alguien, era una chica, una chica muy bonita, era un tanto más alta que ella, piel clara y...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alondra estaba caminando por la escuela mientras escuchaba música, era por la mañana y apenas había dejado las cosas en el salón cuando de repente choco con alguien, era una chica, una chica muy bonita, era un tanto más alta que ella, piel clara y era pelirroja pero con el pelo ondulado, tenía poco maquillaje y una boca junto con unos ojos muy bonitos que resaltaban mucho.

-Oh, perdón, estaba distraída -Decia una alondra un tanto pasmada-

-Discúlpame tu a mi, yo tampoco veía por donde iba - decía la chica -Y dime bonita, tu como te llamas?

-Yo?, oh, yo me llamo alondra y tu?

-Charlotte mi amor pero mejor dime  por que estas dando vueltas sola? Acaso tu novia no te sabe cuidar?

-Bonito nombre pero no señorita, yo no tengo novia - Decia extrañada por los apodos cariñosos.

-oh así que no tienes novia -Sonreia- es algo bueno para mi pero a la vez extraño siendo que eres muy bonita y por cierto puedes llamarme Char.

-Gracias por el cumplido Char y gracias por la confianza, hay algo en lo que quieras que te ayude? - Alondra estaba algo desconcertada, hace un mes y medio ya no recibía apodos cariñosos, rai la tenia acostumbrada a estos pero los de Charlotte se sentían algo diferentes, algo ajenos.

-Ahora que lo mencionas si necesito tu ayuda linda.

-oh y en que puedo ayudarte?

-Necesito ir a la oficina del director, crees que podrías llevarme?

-si claro, yo puedo llevarte, acompáñame.

Alondra y Charlotte fueron platicando mientras llegaban a la sala del director, platicaron de donde venía Charlotte, gustos musicales y varias cosas más realmente cortas ya que no tardaron mucho en llegar a la dirección.

Alondra aproximadamente 5 minutos después de dejar a Charlotte tocaron el timbre, llegando a su salón se encontró con el director y Charlotte ahí, se sentó en su silla y pasó lo que ella ya sabía, explicaban a la clase que Charlotte era de nuevo ingreso e iba a estar junto con ellos.

Charlotte se presentó y como el director le dijo que se sentera en los bancos de enfrente solo por ese dia mientras caminaba a la silla le guiño el ojo a alondra la cuál se ponía roja como un tomate.

Se había sonrojado, en serio se había sonrojado? Por algo así de simple?

Derrepente alondra conecto el sonrojarse con una persona, rainelis rosario, no se había percatado de ella, estaba tan concentrada en Charlotte que ni siquiera se acordaba de rai.

Alondra se desanimo, apesar de que en un mes y medio siempre le daba las mismas cosas a rai, rai siempre se sonrojada, siempre, y eso le encantaba a alondra, ver el color carmesí provocado por ella era una caricia a su alma.

Y ahora se sentía mal, se sentía triste de que no pudo ver ese rojizo en las mejillas de su pelirroja.

Alondra solo pudo ver al frente y meterse en sus pensamientos desanimados.

Confesiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora