Érase una vez un mundo separado por facciones y clanes. Hombres lobo y otros hombres-bestia poblaban los bosques en pequeñas aldeas, sirenas en los mares, vampiros se resguardaban sus viviendas ancestrales, gorgonas y criaturas todavía sin clasificar vivían en pequeños habitáculos en cuevas, todos vivían en calma y en sana convivencia, hasta que el clan Addams de Nevermore atacó al Alfa Sinclair, y los viejos resentimientos y resquemores encendieron la pólvora de la guerra.
Así comenzó una era de tormentos en un mundo que, durante siglos, había estado en equilibrio. El pueblo de Nevermore, hogar del clan Addams, siempre fue conocida por su peculiaridad y excentricidad. Sin embargo, lo que era antes un refugio de paz se convirtió en el epicentro de la discordia. El ataque a Alfa Sinclair, líder indiscutible de la tribu de los hombres lobo, fue más que una mera confrontación; fue el inicio de una espiral de odio y venganza que arrastraría a todas las razas en un abismo de destrucción.
Los hombres lobo, como animales sociales, vieron en el ataque de los Addams una traición irreparable. No solo se sintieron ultrajados, sino también amenazados, ya que la esencia misma de su comunidad fue puesta en jaque. Esther Sinclair, la viuda de Murray Sinclair, tomó el mando de la manada y con ello, dirigió toda la ira de su pueblo hacia los Addams. Fue entonces cuando el viejo rencor entre las criaturas comenzó a emerger como un monstruo acechante, listo para devorar la armonía forjada a lo largo de los años.
Las primeras escaramuzas brotaron como fuegos en un campo seco. Las nubes de guerra empezaron a formarse cuando las gorgonas decidieron actuar bajo la influencia de la ira de los hombres lobo, convencidas de que su apoyo podría ofrecerles una ventaja. Los vampiros, en su eterna búsqueda de venganza y poder, no tardaron en hacer su movimiento, uniéndose a los Addams en un pacto que cambiaría el rumbo del conflicto. Así, la balanza de la guerra se inclinaba hacia el lado opuesto.
Los océanos también agitaron sus aguas, cuando las sirenas, al ver el caos que amenazaba con devorar sus costas, decidieron intervenir. A pesar de su naturaleza pacífica, formaron una alianza con los hombres lobos, prometiendo proteger sus dominios submarinos a cambio de la paz en las tierras superficiales. Las profundidades del mar se convirtieron en un arsenal, preparando emboscadas con deleite mientras los barcos de los Addams, se aventuraban más allá de las olas.
Las pérdidas fueron incontables, y pronto los campos de cultivo se convirtieron en fosas comunes.
Un consejo de líderes se reunió, donde las voces de las sirenas resonaban como ecos en el agua, mientras las gorgonas observaban desde la penumbra. La tensión era palpable; cada representante comprendía que el uso de la magnitud de sus poderes podría desencadenar una catástrofe. Sin embargo, el odio que se había acumulado era una tormenta que difícilmente podía ser contenida.
Así, una red de traiciones, alianzas y batallas horrendas se tejía en un mundo sumido en el caos. Las batallas no eran solo físicas; cada bando buscaba desestabilizar al otro, utilizando magia oscura, conjuros ancestrales y toda la astucia posible. Los bosques de los hombres lobos fueron quemados, su población fue cazada y diezmada, y buscaron alianza con los otros hombres-bestia. En los bosques, los centinelas de los hombres lobo salvaguardaban su territorio, mientras las sirenas invocaban tempestades para hundir los barcos enemigos.
La guerra se había convertido en una danza macabra entre la vida y la muerte, un ciclo interminable de venganza que amenazaba con consumir a todos los seres que alguna vez habían coexistido en paz. Pero el tiempo, implacable y cruel, continuó su marcha. Las guerras de los clanes y facciones se intensificaron, resquebrajando la estructura misma del universo. Una nueva era oscura se acercaba, ominosa y manchada de sangre escarlata; un ciclo que parecía no tener fin, marcado por el eco de la traición, la lucha por la supremacía y, ante todo, la desesperanza.
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war or love | Wenclair 🔞
FanficY de repente, la guerra ya no importaba, todo se dejó de lado: ellas quedaron en el ojo del huracán.