IV

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CHARLIE RUSSEL

Jugaba de manera nerviosa con mis manos manteniéndome sentada en el sofá individual de los LaRusso mientras en el sofá de la derecha se encontraban Lauren y Connor Russel mientras frente a ellos Daniel y Amanda no sabían muy bien como comportarse

-Yo...no sabia que iban a venir -tomo la palabra viendo a mis padres-

-Era una sorpresa, creímos que la Reunión no terminó bien y decidimos venir un tiempo -explicó mi madre manteniendo su buena postura sin soltar la mano de mi padre- creemos que un buen consejo puede ayudarte a tomar un camino correcto para tu futuro

-De hecho nosotros ya estábamos hablando sobre eso -interrumpió el señor LaRusso- creemos que el Caltech es una buena oportunidad para Charlie

-Caltech? Mi hija tiene un futuro brillante con nuestro apoyo y su inteligencia, creo que puede aspirar a algo mejor que el Caltech -negó Connor Russel viéndonos con una ceja alzada-

-El caltech no esta mal, es un buen lugar, el campus es hermoso y podrá seguir ayudándonos con el dojo

-Dojo? no te equivoques, LaRusso...dejamos que Charlotte siguiera con esto del karate porque la mantenía en control, concentrada y era un buen tema para las universidades pero no creas que dejaré que mi hija se estanque aquí por un pequeño dojo, apuesto a que su hija si va a irse lejos, o me equivoco? -volvió a negar mi padre y el silencio del hombre frente a él le confirmó lo que necesitaba saber- vaya LaRusso, me pediste mantener a mi hija entre ustedes para no tener que estancar a tu hija en este lugar...

-Yo no la estoy estancando aquí -negó el hombre rápidamente viéndome- a Charlie le gusta el karate, creí que le haría ilusión seguir con el dojo

-Charlotte tiene una vida aparte de los torneos, Daniel -cerró mi madre y aunque no quería admitirlo, una parte de mi estaba aliviada de que ellos tuvieran claro aquello- Amanda, estoy muy agradecida de que hayas cuidado de mi hija como tuya, pero creo que es hora de que ella vuelva con nosotros, nos quedaremos en américa un tiempo así que lo mejor será que volvamos a casa y cuando ella se vaya a la residencia universitaria nosotros podremos volver a Londres

-Van a llevársela? -preguntó la mujer y me miró rápidamente-

-Mamá no creo que sea necesario...

-Claro que lo es, eres nuestra hija, no la de ellos, es momento de que encuentres tu lugar y entiendas la importancia de este momento en tu vida -negó la mujer frente a mi viéndome con atención y me sentí temblar cuando sus ojos encontraron los míos-

Siempre me había catalogado muy parecida a mi madre físicamente, ambas con el cabello rojizo y con algunas pecas, sin embargo su mirada era diferente, sus ojos verdosos eran lo suficientemente oscuros como para hacerte sentir que sabia todo de ti, por el contrario yo había heredado los ojos de mi padre y estaba agradecida con aquello.

-Cariño, deberías ir por tu maleta

-Yo...si papá -murmuro rendida soltando un suspiro ante de levantarme caminando hacia arriba dispuesta a tomar mi maleta sin embargo hice un puchero de tristeza al encontrarme a Anthony en este- Ant..

-No puedes irte, tu vives aquí -dijo el chico rápidamente demostrando que había estado atento a aquella charla- Seguro mis padres pueden convencerlos solo démosles unos minutos

-Ant, sabes que no van a ceder...-suspiro y acaricio su espalda cuando este se metió entre mis brazos recostando su mejilla en mi hombro- Esta bien, vas a tenerme aquí todos los días, lo prometo...además nos veremos en el dojo y podemos hacer noches de películas a veces 

FIGHT //ROBBY KEENE\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora