💎 Capítulo 3

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Por petición de Ariana, Luella caminaba a su lado por el pasillo para presentarle a sus joyas.

—Te van a caer bien, son increíbles.—dice Ariana sonriendo.

Ambas hermanas se detienen frente a la puerta de la habitación de Ariana. La Primera Princesa de Arbezela estaba por abrir la puerta pero antes de hacerlo se da la vuelta hacia la Segunda Princesa.

—Hermana.—se acerca y sostiene la mano de Luella.—Tal vez pienses que el tener a 5 hombres preciosos para mí no haya sido correcto, pero tú entiendes mis razones ¿Verdad?

Luella solo asiente y mira hacia otro lado. Entiende porque su hermana recurrió a tener un haren, para tener más facilidades de encontrar apoyo para ser la siguiente Emperatriz y ganarse el favor de la alta sociedad. Ariana los había elegido específicamente atractivos y estén dispuestos a irse a la cama con ella. Los estaba tratando como herramientas de trabajo y sexuales. Se negaba a decirle tales cosas a su hermana, no quería sonar grosera o peor aún, misógina. Las mujeres son juzgadas si viven su sexualidad libremente mientras que los hombres pueden disfrutarla a lo máximo. Su hermana estaba en la boca de todo el Imperio de Arbezela y de otros Reinos vecinos por su haren.

Se suponía que debía dar el "ejemplo" de buena Princesa, pero claro, no la juzgarían porque su Padre se encargó de que nadie hablara mal de Ariana y le había dado su aprobación de tener cuantos hombres quiera. Si Luella hubiera tomado la decisión de crearse un haren, su Padre ya la hubiese regañado. Y Benela la hubiera abofeteado.

Aunque habia un pequeño problema, Ariana estaba comprometida con el Duque Krytiel. Su hermana mayor nunca estuvo interesada en él, pero Luella... Tenía sentimientos por el Duque desde que era una niña, se habían vuelto mejores amigos. Era tierno, tímido y un poco torpe. Su corazón estaba herido cuando se enteró que comprometieron a su hermana con el chico que amaba.

Cuando eran adolescentes, recuerda la vez que el Duque vino corriendo a Luella con una sonrisa enorme para informarle que lo comprometieron con Ariana, la mujer que él tanto amaba. La de ojos rojos fingió felicidad y le deseaba lo mejor junto a Ariana como futura esposa.
Luella se había ido a su habitación a llorar desconsolada por la noticia, no salió de su habitación por dos días enteros que Bavilo tuvo que entrar a consolarla.

Era el único de sus hermanos que sabía de sus sentimientos secretos y no correspondidos por Krytiel.

—¿El Duque Krytiel lo sabe?—suelta su mano de Ariana y la vuelve a mirar seriamente a los ojos.

Ariana parpadea varias veces y suelta una pequeña risita.

—Si, es mi prometido debe enterarse de todo lo que hago.—Ariana se acerca y le da un codazo a su hermana menor con picardía.—Y te puedo decir que regreso mucho más sexy.

Luella frunció el seño confundida por las palabras de Ariana ¿Más sexy? Su hermana mayor jamás mostro interés por el Duque, siempre hablaba mal de él y en el peor de los casos lo ofendía. Pero el Duque lo dejaba pasar y hacia de la vista gorda.

—Pero nunca te gusto. Es más recuerdo que una vez dijiste que no entendías porque las mujeres de la alta sociedad lo veían apuesto.—ladeo la cabeza aún lado y arqueando una ceja.—Y en la ultima carta que me enviaste, dijiste que el Duque Krytiel parecía un "Magicus" y  uso un atuendo horrible que te hizo sentir humillada.

Ariana puso su mano en los labios de Luella con las mejillas rojas de vergüenza.

—¡No digas más!

La de ojos color purpura tenía la cara de vergüenza, mientras que Luella estaba impasible aun con la mano de su hermana en sus labios. Ariana no quería recordar ese horrible momento que pasó en aquel Banquete, cada que lo recordaba deseaba que la tierra se la tragué.

Destruir a las joyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora