01; lo que le pasa por buena gente

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capítulo uno
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lo que le pasa por buena gente








⦅Si el diálogo está en itálica, es porque hablan en inglés. ⦆

LA CHICA con cabellos como el oro caminaba lo más rápido que podía, intentando no trotar. Podía sentir el sudor mientras buscaba con esperanza el baño más cercano.

Su mirada viajó a una cafetería a unos cuantos metros de distancia.

Entró suspirando con un alivio antes de tiempo. Si que necesitaba ir al baño.

Buenas tardes. ─Apenas puedo formular luego de apoyarse en el mostrador. ─¿Me podría decir dónde está el baño? Por favor.

─Es sólo para clientes. ─La chica del otro lado dijo con una expresión de fastidio mientras preparaba algunas ordenes desde su lugar.

Gen cerró sus ojos para luego suspirar.

Oh, bien. ─Dijo y buscó algo en el mostrador. ─Llevaré este pan.

Debe pagar allá. ─Indicó, señalando con su cabeza una gran fila a un metro.

Una expresión de terror se pasó por el rostro de la rubia, era una gran fila y para eso ya mejor se hacía en sus pantalones.

─¿Puedo entrar ahora? ─Preguntó con algo de desespero. ─Es que, de verdad me urge.

¡Tengo un capuchino grande para Skyler! ─Dijo en voz alta ignorando totalmente a Genevieve.

«Ésta malparida. »

El ceño de la rubia comenzaba a doler de tanto tiempo teniéndolo fruncido. El nombrado fue por su orden y se fue murmurando un "gracias" bajo la mirada indignada de Gen.

Hizo una mueca para luego acompañarla de una sonrisa sin gracia y se acercó un poco al mostrador.

Uh, bueno, creo que si no estoy mal. ─Reía con un poco de nervios, para luego darle una mirada seria. ─Es un hecho, que establecimientos que sirven comida o bebidas deben estar abiertos al público sin importar si son consumidores.

Es nuestra norma política. ─Respondió sin más.

En su discusión, la rubia no se fijó en un par de ojos cafés que la veían con curiosidad desde la fila, a unos minutos de pagar.

Por favor, es una emergencia. ─Prácticamente rogó.

Caramel latte para Miranda. ─Nuevamente, la ignoró.

La chica del otro lado del mostrador simplemente se fue y dejó a una desolada y sin saber que hacer Gen.

El moreno, que la había estado observando desde hace un rato, le hacía algo de gracia la situación de la rubia, bueno, hasta algo de lastima le daba. Definitivamente que los gringos le sorprendían cada vez más.

─Eh avemaría, pobre muchacha. ─Murmuró en su lengua materna para si mismo. Luego, pensó en ayudarla, aunque no se le ocurría ninguna idea de garbo, hizo lo primero que se le cruzó por la mente. ─Amor.

ANYONE BUT YOU; Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora