02; una bonita (espantosa) primera cita

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capítulo dos
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una bonita (espantosa) primera cita









RICHARD soltó una risa junto a la rubia a su lado, ambos caminaban por las concurridas calles de la ciudad, cada uno con su respectiva bebida en mano.

¿Entonces eres de Colombia? ─Gen preguntó sorprendida. ─Te juro que pensé que eras de Brasil.

Eso me han dicho. ─Respondió, su mirada castaña se desvió a la ciudad en general y lo bonito que estaba el día mientras llevaba el café que había pedido antes a su boca.

Tienes mucha suerte. ─La rubia lo miró, tenía que levantar un poco la cabeza debido a la notoria diferencia de estaturas. Richard frunció su ceño, expectante de lo que diría. ─Compartimos nacionalidad.

El moreno casi se atragantó con su café.

¿En serio? ¿Entonces por qué seguimos hablando en inglés? ─Gen rió escuchándolo.

No tengo idea. ─Richard chasqueó su lengua.

─Bueno, admito que no lo esperaba. ─La rubia escuchó la voz en la lengua materna del futbolista, notó un acento paisa y ahora que lo pensaba, era un poquito obvio.

─Yo menos, ¿Eres antioqueño? ─El moreno fijó su vista en ella, sonrió y asintió en respuesta.

─¿Y usted de qué parte?

─Nací en Manhattan, pero todo lo que fue mi infancia y adolescencia lo viví en Cartagena, allá crecí. ─Explicó con calma, recordó lo alegre que fueron esos años y como la vida era tan sencilla para ese entonces.

El moreno asintió comprendiendo, realmente no parecía tener ni pizca de sangre colombiana, pero su español era muy natural y con un leve acento costeño poco marcado, pero que no desaparecía.

Ambos compartieron todo lo que quedaba de la tarde juntos, hablando y deleitándose con la presencia del otro. Genevieve no comprendía cómo era que podía sentir una extraña conexión con Richard, si era literalmente un desconocido.

Hablaron de muchas cosas, como el trabajo del moreno, lo cual de alguna forma impresionó a Gen.

─Juego para el Palmeiras de Brasil y ahora en la copa América con la selección. ─La rubia lo miró con atención, aún caminaban, pero ahora por un tranquilo y fresco parque.

─Oh, ya veo, o sea, eres básicamente famoso. ─Richard asintió con poca modestia, Gen sonrió mirándolo. ─Espectacular.

El moreno soltó una risa suave y se acercó levemente a ella, posiblemente le gustaba.

En eso se basó el resto del día, al poco tiempo comenzaba a anochecer, pero ninguno de los dos tenían planes de alejarse del otro. En menos de los esperado, ambos estaban en la habitación de hotel del mayor, mientras hacían pan con queso en la pequeña cocina de la suite.

Platicaban específicamente sobre la carrera de la rubia.

Cuando estuvo listo el platillo, el moreno los sacó del sartén y puso dos sándwiches en un plato, Gen, ignorando completamente el hecho de que estaban ardiendo aún, tomó uno e inevitablemente se quemó.

ANYONE BUT YOU; Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora