I જ⁀➴ Viaje en Carretera

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一Yuugo, cielo一llamaba una mujer rubia, mientras alistaba sus cosas para irse a trabajar, ¿Puedes decirle a Emma que se despierte?一.

一¿Por qué yo?一 se quejaba él, aún cubriéndose el rostro por la luz del sol que se colaba por la ventana de la habitación.

一Vamos, cariño, sabes que la van a pasar a buscar a las nueve. No olvides que nuestra hija tarda años alistando todo. Además一señaló一, que de seguro se le olvidará algo y entrará en una crisis por no poder encontrar eso que perdió一.

一Bien, supongo que la despertaré一 cedió finalmente, levantándose de la cama y despidiéndose de sus cómodas sábanas.

A regañadientes, abrió la puerta y se dirigió a la habitación de su hija. Yuugo ama a su hija con locura, es muy feliz. Sin embargo, hay veces que la odia. Siendo esta un claro ejemplo.

Lo estaba obligando a levantarse a las siete de la mañana un domingo, esto merecía que la saque del testamento.

Pero Yuugo sabe que no puede quejarse, si no, Dina lo va a hacer dormir en la casa del perro. Para colmo, ese pulgoso de Lewis lo odia.

Oh, sí, Dina muchas veces le ha llamado ridículo cada vez que lo menciona. Pero en los ojos de ese Labradoodle nota la maldad.

Siempre le hace ojitos a Emma y a Dina, pero cuando los dejan solos, él vuelve de su vida un infierno. Una vez, rompió el jarrón favorito de Dina. Cuando él le dijo que había sido Lewis, ella lo llamó loco.

Un día, él haría desaparecer a ese perro.

Lo enviará al campo de su hermano, ahí hará lo que quiera y no romperá los jarrones de nadie. Más importante aún, no hará sus necesidades en la alfombra favorita de la madre de Yuugo.

一Emma, hija一balbuceaba一, si yo no duermo, tú menos, así que párate de la cama y alista tus baratijas一.

Su indignación se hizo mayor cuando su hija sólo empezó a roncar más fuerte y cubrirse con la manta.

Que maldita envidia.

一Bueno, paciencia y dinero nunca tuve...一se dirigió a la parte inferior de la cama, tomando las esquinas de las cobijas一, ¡Despierta, engendro del demonio! 一 gritó, arrancando las cobijas de golpe.

一¡¿Engendro del qué?! 一 se escuchó la voz de Dina al fondo del pasillo.

一Eh... de... ¡De nada, mi amor! 一 tartamudeó.

Yuugo no le tiene miedo a nada, es un temerario rebelde. Pero su esposa lo hace temblar de pavor, sin duda.

一Bien... Supongo que me comeré tu pastel red velvet, si no te quieres despertar, dudo que quieras...

一¡Ya estoy despierta!一 se levantó Emma de manera repentina.

一¡Ja! ¡Te atrapé! ¡Me lo comí anoche!一 se regodeaba él.

一¡Eres un glotón, papá!

El silencio se adueñó de la habitación con pintura verde pastel en las paredes.

一Emma一irrumpió Dina en la habitación, con un plato con un sándwich y un vaso con agua en las manos一, sabes que tu papá se pone sensible cuando hablas de su peso一.

一¡Mamá, entonces dile que no se coma mis cosas! 一 se quejó ella.

一¿Sabes algo, Emma Janice Rothschild?一 mierda, Yuugo la llamó por su nombre completo一, puedes disfrutar de tus pasteles y tus galletas... ¡Si no vas a ese estúpido campamento! 一 Yuugo cruzó el límite.

「 Hᴏʀʀᴏʀ Eɴ Gʀᴀᴄᴇ Fɪᴇʟᴅ Cᴀᴍᴘ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora