Capítulo 3.

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Parte 1.
"El sub-realismo de las palabras".


Algunas personas pueden ser crueles, pero con razones justas. El no, el simplemente lo hace por satisfacer sus deseos más oscuros de su infancia e adolescencia. No está bien hacerlos con su esposa, mucho menos con sus hijos. "Ha de tener un pasado muy oscuro, entendelo". Primero que nada, ¿Quien mierda te dice eso cuando tu propio padre te hace daño físicamente y psicológicamente? Claro, mi madre.

Ella es una persona hermosa, la mejor madre del mundo, para muchos. Para mí, no lo es.

La pregunta es, ¿Está bien satisfacer esos deseos? Dependiendo que deseo quieras satisfacer.

Yo estaba en el living cuando me lo dijo, el venía de una junta. Había dejado su maletín en la cocina, como siempre. Se acercó a mí, preparado para decir lo que tenía que decir.

—Yo soy el mal padre por que la historia la contó una víctima insatisfecha. —Me dijo cruzándose de brazos y mirándome fijamente a los ojos. Yo por mi parte, no podía mirarlo después de lo que había hecho hace tres años atrás conmigo.

—Un hijo de puta y abusador como vos no se le puede llamar padre. Ni siquiera debe de serlo. —Respondí,  sin mirarlo a los ojos.

—Soy padre por que todos los hijos que tuve, fueron planeados. No como vos decis "abuso".

—De seguro hiciste eso con mamá, y por eso estas obligado a mantenernos.

—Si no sabes la historia, no tenes derecho a decir cosas sobre mí.

—Tengo derecho por que soy una víctima y viví con ese recordatorio toda mi vida.

—¿Victima? , pones excusas solamente para verme en unas rejas. Vos sabrás de tus acciones.

Me quedé callada.

🍂

Mí hermano mayor había venido a cenar a casa, pero Walter no parecía nada contento. Después de mucho tiempo, mí hermano Damián había venido a visitarnos. Al fin el cornudo se digna a hacerlo.

Damián y yo no éramos muy cercanos, ni nos hablabamos siquiera, pero reconocíamos que éramos hermanos. Nunca habíamos convivido. Solamente cuando éramos chicos, compartíamos la mesa en donde comíamos y... Nada más, nunca hubo una relación entre hermanos muy fuerte como para decir, "wow, son hermanos inseparables". Aunque éramos un poco parecidos, y hermanos, eso no nos hacía HERMANOS.

Mí madre había preparado pasta con una salsa que a ella solamente le salía, y le salía maravillosa. El olor de la comida impregnó mís fosas nasales, era un olor fuerte, pero rico. Mi madre me sirvió y cuando ya estaba todo listo, se sentó en la mesa con nosotros. Yo estaba alado de Asael, que miraba la comida, yo sabía que el no había comido casi nada en los últimos días, y eso me preocupaba. Yo por mi parte, me moría de hambre.

—Provecho. —Dijo mi madre al sentarse, indicando que podían comer, y todos asintieron con la cabeza.

Damián evitó cualquier contacto visual con su padre mientras comía de su plato, se vé que no tenía mucho entusiasmo por venir, pero de seguro le insistió su pobre madre.

Liam fué el primero en hablar.

—¿Y como vas con Denisse?

Yo no soy la hija de Hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora