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- La verdad, es que ni yo tengo una explicación - Contestó, ya era un nuevo día y Changbin se apareció en el lugar de juegos.

- Pero maestro Jake - Changbin insistió - ¿Por qué se veía tan serio cuando me quería hablar? -.

- Es que podía ser que Bangchan vió algo en tí y tú lo rechazaste, pero resulta que sólo te confundió con un peluche - Contó él - Ahora, no sé cómo te vió en eso, pero no importa -.

- ¿Y por qué vería algo especial en mí, él? -.

- Es que nunca toca a nadie, o sea, nunca abraza a alguien - Contestó Jake - Entonces pensé que te había abrazado por algo -.

- Sólo me trató de oso de peluche. Seguro me dijo gordo - Se quejó el menor haciendo un puchero y abultando sus mejillas - Al mirarme pensó que por ser así, parecía oso de peluche y literalmente me ve cara de oso - Hablaba totalmente ofendido.

- Changbin - La maestra volvió a hablar deteniendo su explicación y calmando ese sentimiento de ofendimiento total - Sólo déjalo ser, ¿Sí? -.

- ¿Cómo? - Se cruzó de brazos - ¿Quiere que lo deje tratarme como un peluche? - Changbin movió sus brazos en exageración.

- No, él no tiene las intenciones de pensar en ti de forma mala - Negó Jake - Sólo déjalo -.

- ¿Por qué tendría que ser el oso de peluche de un niñito incluso mayor que yo? - Él se creía maduro.

- No vas a ser su oso - Negó otra vez seguro - Verás que Bangchan vendrá y ya no te tratará de eso, espero. Él ya se dió cuenta ayer que abrazó a un chico, creo, y al parecer se negó un poquito, así que te pido ahora que lo dejes ser hasta que se dé cuenta -.

- Pero más le vale que se dé cuenta luego porque no lo voy a soportar mucho tiempo - Y una vez más se cruzó de brazos.

No dejó que el maestro le diga alguna palabra más porque se fue a revisar los libros que estaba leyendo hace un rato. El libro hablaba del príncipe más guapo que había, y la princesa que era una chica bonita, pero malhumorada.

No se dió cuenta cuando la presencia de Bangchan había llegado al salón de juegos. El de cabello negro se fue por todo el lugar, buscando algo, el mismo libro que tenía Changbin. Le preguntó al maestro y este dijo que no sabía nada. En ninguna parte de la librería estaba el libro.

Pero algo más interesante apareció en la vista del pelinegro. Su osito de peluche estaba ahí.

- ¡Osito de peluche! - Lo primero que pensó hacer, fue tirarse en un abrazo al castaño que fue rápidamente tirado al piso encima de los cómodos cojines.

- ¡¿Qué?!, ¡Ahg! - Estuvo a punto de gritarle como la otra vez, pero recordó las palabras del maestro y que la última vez, Bangchan se había puesto a llorar sin sentido alguno, así que se quedó callado.

- Sabía que volverías, osito - Remarcó Bangchan - Por cierto, no te tengo un nombre -.

- Me llamo Changbin, y no soy un osito, y no me parezco a uno - A ver, sí le salió sutil.

- Muy largo. Binnie - Le puso un apodo - Ahora eres mi Binnie - Esto causó que lo abrazara más fuerte.

- ¡No! - Se iba a negar mas, pero sólo le quedó dejarse ser.

Bangchan lo abrazó con bastante fuerza, no dándole chance de soltarse. Habia puesto su rostro en el suyo y movió en fricción sus mejillas. El pelinegro llevaba una enorme sonrisa de oreja a oreja. Changbin terminó quitando su rostro enfurecido y dejando uno neutral, como también dejó de hacer cualquier fuerza, dejando literalmente su cuerpo para ser abrazado por completo.

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°•✦¡𝑶𝒔𝒊𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑷𝒆𝒍𝒖𝒄𝒉𝒆!✦•° 《ℂ𝕙𝕒𝕟ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora