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"Si tan solo esa luz extendiera su mano hacia mí

Haría que toda esta soledad congelada se derrita

Intenté esconderme de toda la pena y el dolor

Pero poco sabía que me estaba volviendo loco

El sol siempre estará ahí, esperando después de la lluvia

Quiero cerrar mis ojos y sonreír, con mi cara hacia el sol"

-Cover me, Stray Kids



 

Ocho meses atrás... 

El pasado tiene formas inesperadas de volver a presentarse cuando se cree olvidado. Se disfraza la verdad, se huye de los errores y cada herida que ha sido ignorada debe ser cerrada. Seungmin lo sabía mejor que nadie, llevaba años tratando de construir una nueva versión de sí mismo que dejara atrás todo aquello que había vivido y hasta el momento parecía haber funcionado. En su rutina no había espacio para el error, todo funcionaba perfectamente y no debía pensar de más, todo siempre estaba bajo su control, todo siempre estaba en calma. Ese día no debía ser la excepción, no debía haber una excepción.


Se levantó temprano, se preparó un desayuno liviano y se dispuso a arreglarse para recibir el nuevo día. Estaba nervioso e inquieto, su cabeza no dejaba de darle vueltas a las respuestas que debía dar más tarde en su entrevista. Llevaba una semana preparándose y había llegado el gran día. No sería su primer empleo, pero sería la primera vez en que lograría estar rodeado de algunas cosas que, sin conocer del todo, disfrutaba. Había organizado su rutina para poder llegar con algunos minutos de sobra al lugar y todo parecía estar bajo control. Se aseguró de tener todo lo necesario antes de salir de su apartamento y pausó unos segundos frente al espejo que se encontraba cerca de la entrada. Respiró profundamente y le sonrió a su reflejo. Debía ser un buen día. Como era costumbre, dio unas cuantas respiraciones profundas, cerró los ojos, se recordó que todo estaría bien y con una pequeña sonrisa salió de su apartamento.


El día era soleado y cálido, la luz del sol iluminaba de manera agradable los edificios y las calles de la ciudad, las flores parecían compartir la calidez del ambiente reflejando sus colores y mostrando su vivacidad. El día desplegó una comodidad difícil de ignorar. Seungmin se permitió sumergirse en ese mundo de colores, texturas, imágenes y aromas únicos. Con cada paso que daba su alma parecía alegrarse y le era imposible no sonreír, todo estaba a su favor. Al llegar a la universidad, le escribió a sus alumnos que se encontraran en una de las cafeterías al aire libre en vez de la biblioteca, donde usualmente se encontraban. Todos parecían estar de acuerdo y le agradecían una y otra vez al castaño por darles un espacio diferente. Cada uno pidió algo para acompañar las horas de estudio, para después sentarse en unos Puffs que se encontraban en el pasto cerca de un gran árbol. Eran pocos los alumnos a los que Seungmin les daba asesoría y con el tiempo había aprendido los diferentes métodos de aprendizaje que se ajustaban a cada uno. De la misma forma, se había permitido conocerlos un poco más y disfrutaba lo que podía compartir con ellos. Los comentarios sin sentido, las risas, las preguntas e incluso las quejas constantes sobre la presión académica, se habían vuelto parte de la rutina que Seungmin manejaba. Era de esos momentos que esperaba a lo largo de la semana para recordarse a sí mismo lo lejos que había llegado y lo afortunado que era por rodearse de personas que sin saber mucho de él pudieran apreciar su compañía.

Tears Of A Sunflower [ChanMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora