"Ojos, esos malditos ojos me jodieron para siempre, me hicieron el amor con tan solo mirarlos" —Charles Bukowski.🥀Nickolas.
Hace varias horas había llegado por fin a la ciudad de Omsk, me había tomado una semana completa poder venir luego de encargarme de unos cuantos asuntos que requerían mi presencia. Los demás se han quedado en Cheliábinsk y se trasladarán mañana temprano a la gran casa que habíamos tenido que dejar de un momento a otro.
—Sabrán que estuve aquí, ¿O tú crees que Gordon es idiota? Te está vigilando, y mucho antes de que los traicionaras ya sabían todo de ti —dije, alejando de mi boca el vaso de Whisky.
El señor Charles Monroe está parado a unos cuantos pasos de mí, sosteniendo su bastón y vestido en un elegante traje de negro. Sus ojos color miel, igual que los de su hija, se encuentran mirándome
Jamás se me podría olvidar que es su cumpleaños, no por la fiesta que está dando detrás de estas puertas, sino que en los viejos tiempos, siempre estuve en ellos.
El maldito viejo ha tenido un problema, él y el señor Bruno Sant, sí, el mismo que se encontraba sentado hace años en su mesa con su familia, Charles intentando que su hija conociera el hijo de Bruno, sin percatarse antes de que el hijo mayor de su amigo era gay.
El señor parece un buen hombre, de esos que aparentan no romper ni un plato al igual que Charles, pero ambos no son más que títeres de una mafia llamada The mob de América del norte. Los dos trabajaban haciendo tráfico de drogas por aeropuertos consiguiendo que nadie se diese cuenta, al menos nadie que fuera a denunciarlos.
Charles no es realmente el hombre más inteligente de este mundo. Actúa por impulso y es desleal, básicamente no sabe jugar en esto de lo ilegal. Se dejó llevar y junto a Bruno le robó a la mafia
Bruno ha huido, no se sabe donde diablos está, mientras que Charles está sostenido de una muy fina tela de araña.
Recuerdos llegaron a mi mente. Este había traicionado a mi padre también, más veces de lo que uno se puede permitir.
—Te pareces mucho a tu padre —dijo de la nada.
Seguí mirando el avión escala sobre su escritorio, da la impresión de que está flotando.
—Pero yo no soy mi padre, Charles —Volví a tomar de mi vaso antes de continuar hablando—. Yo lo hubiera matado aquel día pero papá no, usted era su amigo a pesar de su indiferencia hacia la familia. De hecho, podría matarlo ahora mismo y cobrarme todo lo que hizo.
—Pero no lo harás —dijo.
Negué.
—Tan solo por una persona. Usted no está muerto gracias a una sola persona y esa es su hija Valery. —Mi mirada pasó a él, no pude no mirarlo con odio—. Yo no podría causarle dolor a ella, no con actos propios. Su hija es la persona con el corazón más noble que he conocido y estoy seguro de que si tan solo supiera las cosas que usted ha hecho, las mismas que la han herido a ella, ella lo seguiría amando aun llena de dolor.
Se carcajeó y chocó su bastón contra la madera del piso.
—Eso es absurdo.
Alce mis cejas, —Absurdo es que ahora, para salvarte el culo has tenido que llamar a los Benedetti.
Me arrojo una mirada de coraje.
—Solo te pido una cosa...
Bufé con burla.
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Oscuros Deseos©
RomanceEl regreso de alguien del pasado puede hacer que ocurran varias cosas, en el caso de Valery, serían: Primero: despertar sentimientos y emociones, incluso más fuertes de los que ya sentía. Segundo: salvarla de sucesos inesperados, de esos que te ha...