| Capítulo 6|

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"Siempre habrán ángeles en tu infierno y tentaciones en tu paraíso" —Jhon Milton.🥀

Valery.

—Hay que decir la verdad, Valery, al menos tu padre sabe dar buenas fiestas —habló Adeline, terminando de beber su cuarta copa de Daiquirí de fresa—. ¡Dios, esto está buenísimo!

Sonreí. Sentándome en una de las butacas.

—¿Qué es lo que está buenísimo según tú? ¿La bebida o quien te la ha preparado? —dije, viendo como mira al barman.

—Ambos.

—¡Adeline, tienes novio! —Me eché a reír.

— Que tenga novio no significa que estoy ciega. Solo estoy mirando, tranquila. Ya me conoces, val —Juega con sus risos coquetamente y al notar que aún la sigo mirando se gira hacia el frente dándole la espalda al barman—. Ya, está bien. Le diré a Charles que no lo deje de contratar... Claro, por lo excelente que es preparando tragos.

Estamos en la fiesta de cumpleaños de mi padre. Hay muchas personas a las que ya conozco y otras que en mi vida nunca había visto, pero todos parecían conocerme a mí. Éste tiene rato en su oficina, resolviendo algo urgente que se le ha presentando.

La verdad es que me ha hecho bien venir, he podido dejar de pensar en lo que sucedió ayer.

— Y pensar que te tuve que pagar para que vinieras conmigo. —La miré con desaprobación.

—Vi la oportunidad de conseguir ese libro que tanto quería y no lo desaproveché —Se encogió de hombros.

—Eres toda una aprovechadora —La acusé.

Reímos

—Quisiera estar bailando ahora mismo.

—Podemos hacerlo —dije, haciendo ademán de levantarme.

—No, no, no. Me he estado escondiendo del señor raro que no paraba de intentar liarme desde que llegué.

—¿Al señor Lorens? —Esta asintió, y por precaución se fijó en si aquel hombre la estaba buscando de nuevo— No lo veo hace rato.

La morena a mi lado es hermosísima, su cuerpo es espectacular. Sus rasgos latinos tienden a hacerla exótica y pocos hombres no podían evitar mirarla.

Adeline, es por mucho, mi hermana. Ambas nos preocupamos por la otra, y si una estaba bien vestida para salir, la otra tenía que estar igual. Pero Adeline es más extrema, ella ama el mundo fitness y yo sí o sí tenía que ir al gym con o sin ella; pero no me quejo, no por nada este vestido me queda de maravillas.

—No puedo permitir que estén sin bebidas —dijo el barman, captando nuestra atención.

Adeline se volteó rápidamente y tomó el vaso al mismo tiempo que yo y dejó la copa de cóctel sobre la barra.

—Me llamó Car. —Colocó sus brazos cruzados sobre la barra, casi babeando al mirar los ojos de Adeline—. Pensé que podía tener tu número, preciosa.

Adeline negó con su cabeza aun con su sonrisa.

—Pensaste mal, solo estaba apreciando la vista.

¿Quién la entendía? Sí, cierto, yo.

La reacción del chico lo fue todo.

—Car, mi amiga se refiere a que le pareces atractivo, pero no engañaría a su novio. —Intervine.

—¡Ay mierda! Ahí viene ese hombre —dijo Adeline, tomándose todo de su copa de un solo trago. Miré hacia la derecha y me percaté de quien hablaba—. Haces muy buenos tragos, Car, sigue así. Valery, tú y yo vamos al baño.

Oscuros Deseos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora