𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑪𝑼𝑨𝑻𝑹𝑶

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  No sabía como le miraría a la cara, luego de ese día todo era como si nunca hubiera pasado; Enzo y Julián hablaban por whatsapp, ignorando el hecho que Fernandez había llenado de leche el vaso. Necesitaba respirar, cada que hablaba con él se le salía el corazón. Justo Enzo necesitaba un Juli para charlar, jugar y aliviar el estrés que estaba sintiendo en toda la semana a causa de críticas destructivas que le llegaban al jugador cada que subía algo, una historia, foto o hasta directamente iban a su número de Whatsapp y le insultaban llamandolo de racista, lo mismo era en Instagram. No sabía que hacer, justo se había mudado en un departamento en Inglaterra, ya que justamente Valentina no lo acepta más en su casa pues solo le toca hacer su vida en un departamento "lujoso".

Suspiró cansado de tanto limpiar su habitación, la noche anterior había hecho un desastre jugando con una pelota, haciendo jueguitos sin parar. Acostado en su cama decidió mandarle un mensaje a Julián, no estaba en linea desde el día anterior, necesitaba un amigo para molestarlo todo el día y por suerte este amigo vivía en la misma ciudad que él.

'Tú:
q onda amigo??
que haces
bancas unos mates hoy?

Bloqueó el celular y lo dejó en un lado, pensó un rato y decidió ir a bañarse. Con tanto estrés de todo el quilombo que se está armando con sus polémicas, tal vez el estrés pueda salir con un baño de agua caliente.

Luego de cambiarse, se fijó en el celular; Julián le había respondido.

' Araña🕷️:
Hola
Si dale
En 20 estoy

Sonrió y le mandó un emoji de un pulgar para arriba. Era raro, en ningún momento se le había pasado por la cabeza lo que habían hecho hace unas semanas, viajar a Argentina, comprar habitaciónes gigantes en un hotel lujoso, tomar 'mates' y cojer de la nada, pero a Julián se le pasaba por la cabeza eso una y otra y otra vez. No podía parar de pensar en Enzo.

Ya al haberle respondido, se levantó de su cama y fue hacia el baño, colocó pasta en el cepillo y comenzó a cepillarse los dientes. El cordobés miraba su reflejo, recordando cada momento, cada toque y cada roce, haciéndolo sonreír. Definitivamente hoy era un buen día.

Llegó al departamento y tocó el timbre que correspondía a su puerta. Luego de unos minutos vio a Enzo bajando las escaleras, llevando las llaves de la puerta para abrirle y dejarle pasar. De inmediato se le dibujó una sonrisa al jugador de Manchester.

― ¿Qué onda amigo? Tanto tiempo. ―Abrazó a Julián luego de dejarle entrar. Cerró la puerta y le guió hasta las escaleras mientras iban charlando.

― ¿Cómo estás con esa boludez en la que te metiste? ―Preguntó Juli con una sonrisa.

― Olvidate, me estan bardeando de cualquier cosa, boludo. ―Respondió y luego se mordió el labio inferior negando mostrando decepción.

― Bue, no le des bolilla. Si total ya pediste disculpas, ¿Qué mas quieren?

― Da, Juli ―Amaba que le diga así.―, me salta quinientas notificaciónes cada segundo, y todos son de los franceces de mierda esos, como mierda querés que ignore si mi celular es un nokia. Se me traba todo con las docientas noti que saltan.

Julián se rió a carcajadas, a veces le encantaba verlo enojado.

― Tampoco exagerés, ni en pedo te llegan 500 notificaciones. Los franceces son re intensos, pero tampoco para tanto, relajate amigo. ―Dijo Julián. Enzo respondió con una carcajada, y su conversacion en ese instante terminó al encontrarse frente a la puerta de su depa ya al subir varios y varios escalones.

― Bienvenido a mi mansión, amigo. No rompas nada que me costó un huevo. ―Le habló, cerrando la puerta con la llave.

― Me voy a portar re bien. Igual, tenés tremendo gusto, te quedó espectacular el lugar, eh. ―Dijo sentandose en uno de sus sillones cómodos.

𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 ― 𝐉𝐔𝐋𝐈𝐄𝐍𝐙𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora