𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑪𝑰𝑵𝑪𝑶

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Su mujer no estaba en casa, le había llamado unas cuantas veces y no respondía, preguntó a sus amigas que había de ella, pero no hablaron, tampoco sabían de Emilia. Le pareció raro, pues nunca se va sin que él llegue a casa en sus 'Vacaciones' luego de la copa América. Decidió dejar de llamarle cuando se hicieron las tres de la tarde. Miró su celular y ninguno de sus compañeros le habían escrito.

― La puta que me parió.. ―Insultó Julián en un susurro. Estaba comenzando a estresarse y preocuparse por la ausencia de su pareja, que no esperó a que llegara para saludarlo.








― Eu, ¿Vos dejás que Juli se vaya un día completo ahí en la casa de su amigo? ¿Cómo se llama? ―Preguntó una voz femenina, que sostenía un vaso con algo de alcohol.

― Enzo. ―Respondió otra.

― Si, ese. ―Continuó. Emilia la miró con una ceja levantada, su furia aumentó ante la pregunta; pues su esposo no le había comentado nada sobre su visita a Enzo Fernandez. Eso junto a su ausencia todo el día, que la hizo dudar de una posible infidelidad con otra mujer, provocó que sus cachetes se vuelvan rojizos del enojo que sentía. Respiró por la nariz buscando la tranquilidad y no revelarse ante su esposo, para que provoque otra pelea que los lleve a tal vez no hablarse por unas horas.

― ¿Qué cosa? ―Preguntó Emilia con una sonrisa nerviosa, agarrando uno de los vasos medianos llenos de whisky, que anteriormente yacía en la mesada blanca cubierta de flores rosadas.

― ¿No te dijo? En su Instagram mostró que andaba comiendo helado con el retrasado ese.

Emilia agarró su celular, desbloqueó con la yema de su dedo y fue hacia Instagram, para fijarse si era verdad lo que decía su amiga. Buscó el perfil de su pareja, cuya foto de perfíl era rodeada por una línea multicolor que indicaba que ha posteado algunas historias, pero al momento de abrirlas no le dejó.

― Che, pero no me deja abrir las historias de Juli.

― ¿Cómo que no? Si a mi me deja. ―Habló una de las chicas que se mostró primero en preguntar sobre Julián para esta conversación, Lucía tenía de nombre.

― Te bloqueó. ―Soltó Valeria, la que había dicho el nombre del 'amigo' de Julián.

― ¿Qué?.. ―Sintió un peso gigante en su estómago, un pánico le comenzó a dar junto a unas grandes imágenes que le daba su imaginación, de como sería cada cosa que pasara en cuanto llegara a la casa para hablar del tema con su pareja.

― Si, te bloqueó. ―Confirmó Lucía.― ¿Se pelearon o algo?

― No, no nos peleamos.

― Mandale un mensaje.  ―Habló Valeria.

― Ni en pedo.. Esto lo voy a hablar en casa.




Caminaba temblorosa hacia el auto, su chofer le estaba esperando, por suerte no era tan molesto como el anterior. Era un hombre de 26 años, era español, tenía plata, buen físico, era chistoso, tenía buenos gustos, vestía bien, trabajaba como guardaespaldas y chofer de Emilia. ¿Qué mas podía pedir?

En cuanto entró al coche, solo susurró el saludo que era diferente a los otros; de pasar a estar feliz, preguntar como estaba su chofer, pasó a saludar ignorando la presencia de su guardaespaldas.

― ¿Todo bien? La veo algo..

― No, nada.. Noma' estoy nerviosa.

― ¿Por? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarla?  ―Emilia suspiró, el chofer entendió que ella necesitaba un momento de tranquilidad, pues estar hablandole metiéndose en sus asuntos para ella le era algo estresante, por lo que decidió no preguntar más.

― ¿Qué harías vos si.. Es probable que tu novia se vaya con un pibe todo el día y no te diga nada? ―Preguntó, dando la referencia de lo que le pasaba. 

Arqueó las cejas y le brindó una pequeña mirada preocupada, que estaba escondida en las grandes gafas de sol que tenía puesto en su rostro. ― Hablarle sobre ello. No podría dejar que algo así de cutre pase de largo..

― Si, pero.. ¿Qué le dirías? Añadiendo que lo subió a Instagram y te bloqueó para que vos no lo veas.

Un sonido de dolor escapó de los labios del español.

― Y.. Sería algo como.. "¿Qué ha pasado que me has bloqueado en Insta?" ―Una risa nasal se escuchó de la mujer, rápido sonrió, le gustaba hacerla reír.

― Algo argentino..

― Me estás pidiendo mucho, señorita Emilia. ―Dijo en una risa el chofer, provocando unas cuantas risas de parte de la chica.

Ambos seguían charlando, mejorando un poco el día de aquella mujer nerviosa. El auto negro estacionó en la casa que Juli y Emilia compartían, en ese barrio privado donde no muchas celebridades habitaban allí.

― Chau. ―Le dio un beso en la mejilla.

― Nos vemos, si algo pasa llámeme.

Le hizo un pulgar arriba, indicando que estaba bien. Le sonrió y condujo lejos de allí, saliendo del barrio.

Emilia abrió la puerta con la segunda llave de la casa que habían llevado a fabricar para ambos, una llave de repuesto. Cuando entró solo vio a Julián acostado en el sillón, le dio una sonrisa y un beso le brindó en sus labios rosados.

Por mas que tenga un pequeño odio por lo que le había hecho, lo amaba, pero ahora era momento de saber que había hecho con Enzo ese día, tenía que hablar de ese turro con él.

Y ese turro le había mandado un mensaje a ella por Instagram.

𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 ― 𝐉𝐔𝐋𝐈𝐄𝐍𝐙𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora