Yang se encontraba mirándose frente al espejo, mientras se retocaba los pequeños mechones que caían en su rostro. Esperando a que Changbin saliera del baño.
-¡Seo qué te pasa, vas a terminar con tu sistema digestivo!-
-¡No sé-
-¡Pareces una fuente de jugó caducado!-
Hasta a él mismo se le hacía raro vomitar tanto. Según, no había hecho nada fuera de lo común.
«Yo creo que me cagué el estómago»
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Seo salió del baño todo demacrado. No le podía ir peor ese día al parecer, ¿o sí?
-Hace varios minutos estabas bien, ¿qué carajo comistes antes de llegar?-
-4 jarras de jugó de mango, nada más...-
-¡A la mierda!, ¡¿eso para tí és normal?!-
-¡Esque se veía demasiado bueno y hubiera sido un desperdició dejarlos allí!-
-Debiste prevenir antes de lamentar, parece que te has ido a la mismísima guerra con toda tú cara rasguñada, tus ojos rojos y tu cabello peor que remolino-
-¡Ay, ya cállate!, por eso me voy a lavar, ni modo que me quede así-
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Jeongin se quedó vigilando la puerta, mientras Seo se lavaba las manos y la cara con delicadeza. Para suerte de ambos, los vómitos ya no le regresaron. Y así no deberían andar corriendo cada segundo al baño.
-Yang, ¿no se habrán dado cuenta de la alfombra?-
-Obviamente alguien ya se dió cuenta, peronocreoquesepanquefuistestú-
-Mmm, ojalá, porquesinomevan a hacertrapear-
I.N dio una pequeña risita y abrió con lentitud la puerta. Al ver el lugar despejado salió con cautela del baño, dejando solo a Seo no sin antes hablarle.
