𝐌𝐄𝐓𝐀𝐍𝐎𝐈𝐀 • 𝐁𝐎𝐓𝐄𝐍

I

Nunca pude procesar del todo como es que llegue a este punto de mi vida, sin siquiera haber metido las manos al fuego, mi padre tuvo la desgracia de haber muerto cuando apenas era una niña de 12 años,era agente de policía, la verdad era rara la vez que no se notara su ausencia en casa, había demasiadas cosas las cuales me decía que no podría explicarme del todo ya que no podría comprenderlas, no fue hasta el día de su autopsia que todo se desmintió, todas las desgracias que pasó por querer esconderse detrás del semblante de ese trabajo que consiguió por el señor Tachibana, sus hijos y esposa son amigo cercanos a nosotros, mayormente convivía con Naoto y Hina más que con nadie, no solíamos salir mucho y ellos eran mi distracción para desconectarme y dejar de percatarme de lo que pasaba a mi alrededor.

Retomando lo de la muerte de mi padre, solamente se descubrió que estaba involucrada en el mundo de las pandillas, drogas y crímenes. Mi madre, al enterarse de esto decidió que era hora de mudarnos a otro lugar, más alejado de lo normal, Toronto Canadá, era un lugar agradable muy diferente a donde vivíamos antes, mi madre quiso salir de la rutina, al cumplir 16 mi vida empezó a retomar el curso, claro que superar la muerte de mi padre, no me fue nada fácil, ni mucho menos que causó la mudanza, dejando atrás mis amigos, conocidos, la escuela, todo.

Lo único que tenia de familia eran mis abuelos maternos, los cuales fueron los que nos recibieron en el aeropuerto, hoy cumplo dieciocho años, la verdad es que no es algo que me preocupe del todo, no acostumbro celebrarlos la verdad, solamente ir a comer por la tarde y nada mas allá de eso, pero mi mejor amiga Astoria, llevaba mas de un mes insistiendo en hacer una fiesta con uno que otro amigo que tuviéramos en común.

—Feliz cumpleaños Valencia- sonríe dándome un abrazo después de entrar a casa.

—Gracias Astoria-dije siguiéndole el abrazo- No creo que ya tengo dieciocho, me siento como si tuviera diez- seguí caminando hacia mi cuarto.

—Igual seguimos siendo niñas, apenas terminaremos la preparatoria, ya quedan ¿que? ¿Dos meses?- responde tomando asiento sobre mi cama- ¿Ya le dirás a Naoto que te gusta? Siento que hoy es el día perfecto para hacerlo.

Desde que me encuentro en Toronto nunca perdí conexión con los Tachibana, mucho menos por el echo de que ellos fueron los que apoyaron a mi madre y a mi, la verdad es que me di cuenta del sentimiento hace unos tres años, siempre manteníamos contacto por llamada o mensaje de texto.

—No siento que sea adecuado hacerlo por mensaje de texto, no le dire nada, no quiero arriesgarme a perderlo- dije acercándome a mi armario para cambiar mis sandalias a un par de zapatillas que son mis favoritas.

—Si después de un par de tragos no recibo la misma respuesta, te creeré- ríe levantándose de la cama- ¿Que te pondrás?

—Ya estoy vestida- señalo cerrando la puerta.

—Unos jeans no es algo que te deberías de poner y menos para una fiesta Y/n Valencia Souza.

Yo solamente me cruce de brazos mientras me estremecía del frío que empezaba a hacer, ya era temporada de invierno.

—Espero que no empiece a llover- comente viendo por la ventana mientras el cielo se nublaba.

—Esperemos que no esté como el mes pasado que se fue la luz- dice Astoria.