1,2, 3... dispuso el instructor con sus largos brazos indicando los movimientos, yo prestaba atención, mientras que la música hacia su magia, en mis venas sentía la sangre correr y en mi cuerpo el sudor caer, entre paso y paso, ella tomó control de mí, dándole su último adiós a aquel miedo que en las noches me impedía ser feliz.
La música me permitió ser libre y a la vez ser feliz, tomó su tiempo, pero con los días, ella me daba las respuestas correctas cuando las dudas salían a la luz, era tan perfecta aquella sincronía que se volvió mi compañera mas fiel y al día de hoy su voz me hace sentir que estoy en el lugar correcto.
ESTÁS LEYENDO
UN INTENTO MAS...
DiversosCon los años sentir se convirtió en mi pasión, callar en una tentación y buscar aquello deseado en una perdición; muchas noches en vela, lágrimas derramadas y un corazón a punto de derrumbarse, tantas experiencias que solo me dejaron falencias, pero...