"amor en los viejos tiempos"

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1890, jump city.

El joven Garfield mark Logan, hijo de los condes de la ciudad, Mark y Marie Logan, estaba "comprometido" con Tara makov, una joven rubia de ojos azules. Digo "comprometido" porque en realidad no había amor de el para ella, aunque tara estaba obsesionada con el, Garfield sabía que solo era por el título de "condesa" y por el poder.

El quería a una chica que no le importara eso, pero lamentablemente no había ninguna en el pueblo, o casi ninguna. Rachel Roth era hija de una familia no humilde, pero tampoco rica, fue contratada en la mansión por el señor mark, ya que era una buena estilista, ella le recomendaba como vestirse a la señorita tara y a la señora marie.

En la noche de ese día ambos jóvenes se encontraron caminando por uno de los pasillos. Garfield quedó asombrado al ver a una chica tan hermosa, sus ojos eran de un raro color amatista, su cabello morado oscuro recogido en una coleta, sus delicadas manos tenían un libro de romance. Mientras que ella, vio por primera vez al hijo de los condes. Era rubio con unos ojos verdes esmeraldas, los cuales la hipnotizaron.

-hola- le dijo el a ella- ¿cual es tu nombre?

-me llamo Rachel Roth.

-eres nueva por lo que veo.

-si señor, fui contratada hoy para ser la estilista de la señora marie y la señorita tara.

-mi madre le encanta estar a la moda.

-y a su prometida también.

-¿como sabes que tara?

-ella se la pasa el día entero hablando de eso.

-ya veo... ¿te gustaría que fuéramos amigos?

-no lo se señor.

Hubieran podido seguir hablando si no fuera por la aparición de la rubia, quien muy contenta, agarró del brazo al joven.

-veo que ya conociste a MI prometido.

-si, permiso- dijo para irse.

-es algo rara la chica, ¿no lo crees cariño?

-si... - dijo el rubio embobado.

Y así pasaron las semanas, ellos se veían en la cena y a veces el la veía leyendo en su habitación, era la habitación de los sirvientes, mientras que a ella no le era permitido pasar a la habitación del joven ya que la rubia era extremadamente celosa. Eso no le impedía a la pelivioleta ver de vez en cuando al joven jugando ajedrez con su padre, o simplemente paseando por el jardín.

Ambos no dejaban de pensar en la presencia del otro, a pesar de que casi no se conocían, ellos sabían que algo los conectaba.

Un mes después, la boda del hijo de los condes salió según lo planificado, solo que no sabían que al ver a la chica el iba a renunciar a la rubia.

Fue un no, lo que dejó a todos los invitados asombrados y a la rubia súper enojada.

-ven conmigo- le dijo a ella con un tono de amor, el cual ella aceptó.

Montaron en un caballo y se fueron a toda velocidad a una casita que el tenía en las afueras del pueblo, donde por fin pudieron besarse y disfrutar de su amor. Pasaron algunas semanas y ellos eran felices, no les era necesario seguir las reglas de la época, ellos se amaban y eso les era suficiente.

Fin...

one shots bbraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora