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Narra Elizabeth

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Narra Elizabeth

- Vamos Neville, sin miedo- Le dijo Harry al niño ayudando con su Expelliarmus, era nuestra primera lección de DCAO de la mano de Harry, me sentía muy orgullosa de él viendo como ayudaba a todos.

Estábamos todos en doble fila esperando que Neville logre su objetivo, lo único malo fue que la varita de Neville salió volando en dirección opuesta con riesgo de golpear nuestros rostros, si no fuera por Fred que estaba detrás mío y me corrió seguro tendría un chichon en el medio de mi frente.

Las prácticas de oclumancia y legeremancia cada vez iban mejor, solo que me cansaban mucho por las constantes críticas y exigencias de Snape, además que tenía que cuidarme de Umbridge, quien últimamente se esmeraba en tenerme en la mira.

La segunda reunión del ejercito de Dumbledore llegó más rápido de lo que esperabamos y la devolución de los alumnos era genial, lo que me ofuscaba un poco además de mi cansancio mental es que Angelina estaba volviendo a ser la misma perra de siempre, ahora acompañada de Annabelle, no sé si era apropósito, pero claramente me daba cuenta de las miradas que me daban o como susurraban a mi espalda.

Por otro lado Fred era demasiado amable con Annabelle cada vez que está se acercaba, no coqueteaba como esa vez, por que aprendió que era una cuestión de respeto hacia mí y según sus propias palabras no quería ni tenía intención de hacerlo, más que ser buen compañero.

Mi cabeza ya cargaba mucho con Snape, las cartas de mi familia, pensamientos oscuros y Umbridge buscando cada mínimo detalle aceptable para castigarme, como para también tener que aguantar dos niñas tontas criticándome y robando la atención de mi novio, más que aguantarlas a ellas, era aguantar mis celos que por un lado eran posesivos, por que Fred era MI NOVIO y por otro lado llenos de inseguridad.

Siempre comenzaban así, primero la ira, la obsesión y el sentimiento de pertenencia, para luego terminar llorando por que no creía merecer que Fred estuviera conmigo, teniendo tantas chicas lindas a su merced, distintas a mí, con un físico mejor y seguramente muchos más temas en común como el quidditch, además de que no serian una carga como yo, con un loco oscuro queriendo utilizar mis poderes, que más que una ventaja se estaban convirtiendo en una maldición y eso más los sentimientos del día a día me volvían una bebé llorona.

- Adelante Nigel, intenta tu mejor tiro!- Le pidió Harry al niño, solo esperaba que ninguno se lastimara, por que ahora también me había convertido en enfermera sanando las heridas con mis poderes, ya que sería sospechoso sí de repente un grupo de estudiantes acudiera a Madame Pomfrey.

- Desmaio!- Gritó el niño mandando a volar contra la pared a Harry.

- Genial Nigel, eres un genio!- Aplaudí al niño que me causaba mucha ternura recibiendo una sonrisa amplia de esté.

Los siguientes eran Hermione y Ron.

- No apuestes contra tu hermano- Le dije a Fred viéndolo mal, tenía que darle confianza a su hermano menor.

Swett love - Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora