Elizabeth y Fred se conocen en su quinto año , la chica Delacour - Black es transferida a Hogwarts luego de ser expulsada de la academia de magia Beauxbatons en Francia , gracias a qué su madre tomo un cargo como aurora en el ministerio Ingles ráp...
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- Está noche se trata de tí- Aseguró mientras me acorralaba debajo suyo. Me deje llevar por los besos que dejaba en mí cuello, pecho y abdomen, sus manos rastreaban mi cintura y muslos dejando apretones en ellos que me hacían jadear.
Sus lamidas iban de mi cuello al inicio de mis pechos, los cuales saco del sujetador sin sacar esté, comenzando a chuparlos y morderlos.
- F Fred - Jadee al sentir el tirón de sus dientes, mi cuerpo se sentía completamente caliente.
El pelirrojo se alejo sacando su varita del bolsillo trasero de su pantalón apuntandome con está lo cual me sorprendió.
- Esto te va a gustar amor- Dijo mientras me tenía allí acostada-Atabraquium- Murmuró haciendo que cuerdas invisibles ataran mis brazos para dejarme inmovilizada, las mismas se extendieron a mis tobillos hasta las puntas de la cama dejándome abierta de piernas mientras Fred observaba atentamente parado frente a mí quitando su pantalón.
- Si no estás cómoda solo dímelo- Dijo acercándose a mi de vuelta dejando un camino de besos por mi pecho y abdomen hasta mi monte de venus, beso sobre la tela de las bragas y con su índice corrió la tela a un lado, hundiendo sin filtro alguno su cara en mi centro.
Su lengua cálida paseaba por mis pliegues, lamiendo cómo si fuera su fruta favorita, haciendo que mis gemidos se oigan en la amplia habitación y las cuerdas se ajusten a mi con cada contracción involuntaria de mis músculos.
Introdujo un dedo seguido de otro cortando mi respiración, los metía y sacaba mientras su lengua daba vueltas en mi clítoris, hasta que sus dedos se abrieron como tijeras dentro mío haciéndome rodar los ojos tras la sensación, además de que el no paraba de lamer mi punto.
- Aaa Freddie voy a acabar- Dije temblorosamente.
Narra Fred
Escucharla gemir era como oír a un ángel, más cuando pronunciaba mi nombre con dificultad, me sentía el más afortunado de que fuera mi nombre el que salía de sus labios en esta situación, ya que era el culpable de sus gemidos.
Las cuerdas se ajustaban más al cuerpo de Liz con sus movimientos, sus piernas eran temlorosas bajo el agarre de mi mano en su muslo, mis dedos salían y entraban de ella sintiendo la cálida húmeda que provenida de ella, al sentirla acabar aprete sus muslos con mis dos manos y pase mi lengua desde abajo hacia arriba por sus pliegues rosados.
En el centro de mi lengua sentía sus jugos mezclados con mi saliva, algo a lo que me había vuelto adicto y podía beber de ella hasta el fin de mis días.
Deshice el hechizo dejándola con un poco de marcas, enderezandome para verla dececha bajo la luz de las velas, sus mejillas estaban rojas, labios hinchados, sus cabellos rubios pegados a su cara y su pecho subiendo y bajando en busca de aire.
- Tan hermosa- Dije deleitandome de la vista frente a mi.
Me lance a besarla entusiasmado con la idea de seguir.
