Capitulo 2

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Zoé se encontraba nuevamente muy alegre, aveces se decaía cuando miraba a Slouder pero se limitaba a mirarlo molesta un rato y voltear la mirada.

—¿Entonces Malfoy y tu qué son?— me preguntó Zoé al notar mi acercamiento con Malfoy

—Siguiente pregunta, porfavor— me reí evitando contestar la difícil pregunta

—¿Qué se trae Malfoy entre manos?— volvió a insistir Zoé

—Pues somos amigos, nos llevamos bien— musité sin saber que más explicar, nunca había besado a Malfoy

—Ten cuidado Nerea, recuerda que probablemente sean mortifagos— me advirtió casi en un susurro

—Lo tendré, me gustaría pensar que no todos los mortifagos son malvados— susurre para que nadie escuchara la conversación

—Quisiera pensar lo mismo Nerea—

Me encontraba en los baños de Myrtle la llorona nuevamente, me gustaba venir aquí a sentarme en un rincón para llorar un rato y librarme de tanta tensión

Mi molestia fue cuando alguien me estaba haciendo competencia

—¿Hola?— pregunte investigando en los baños de Myrtle viéndola aparecer

—¿¡Ahora tú también!? ¡Renuncio!, me tienen harta— exasperada Myrtle desapareció dejándome sola

—¿Quién está allí?— pregunté sin escuchar un susurro —Ya te vi—

Malfoy estaba parado en mi rincón lo vi como rápidamente se limpió las lágrimas y camino hacia la salida

—¡Espera!— lo detuve con todas mis fuerzas del brazo apenas logrando detenerlo —¿Tú qué haces aquí?— lo interrogué viéndome los ojos rojos

—¿Tú qué crees que hago aquí?— habló en voz baja pero notándose molesto

—Ey, puedes confiar en mí, ¿recuerdas?— le toque la mejilla sonriéndole

—Solo estoy estresado, la tarea que tengo que hacer es muy difícil— podía notar la decepción en sus ojos

—Todo es posible, el hombre que mueve montañas comienza cargando pequeñas piedras, ten confianza—

Lo miré rebuscar en los bolsillos sacando una cajita pequeña sorprendiéndome

—Lo compré especialmente para ti— me sonrió pasándome la cajita que agarré temblorosa abriendo la cajita

Era un collar muy bonito plateado con una serpiente al final incrustada de brillos que sostenía un diamante verde

—Gracias, es hermoso— lo saqué de la cajita y Malfoy no me quitaba la mirada de encima, era lo suficiente grande y me lo puse por encima de mi cabeza

—Se suponía que te lo debía poner yo niñita— sonrió con risa

—Pues no me avisaste— me lo volví a quitar escuchando su risa mientras le intentaba pasar el collar— tenlo

—No, ya no quiero— se quejó entre risas

—¿Quién te entiende?— volví a ponerme el collar que se escondió bajo mi uniforme —Ven, tengo que mostrarte algo, ¿oh estarás ocupado—

Lo miré debatiendo un momento decidiendo cómo actuaría hasta que asintió dudoso, lo tomé de la mano guiándolo por los pasillos oscuros llegando a la biblioteca

—No me apetece leer un libro en estos momentos Niñita— susurro Malfoy a lo que negué adentrándonos silenciosamente

—Por aquí— abrí una puerta de madera mediana escondida detrás un cuadro de libros

—No me meteré allí, ¿Y si nos matan?— se preocupó Malfoy haciéndome reír silenciosamente

—No seas llorón— lo rete divertida adentrándome en la puerta por el pasillo oscuro subiendo escaleras cada vez más pequeñas

—¿A dónde se supone que nos dirigimos?—

—Silencio Malfoy— lo regañe llegando al final del pasillo llegando a una puerta de piedra que se confundía con la pared

Empecé a empujarla con muchas fuerzas hasta que Malfoy me ayudó moviéndola rápidamente te saliendo llegando a una pequeña parte del techo de la biblioteca que si te sentabas podías ver el bosque prohibido

—Me alegra no haber muerto, ¿qué se supone que haces aquí? ¿Como lo descubriste?— cuestionó Malfoy inspeccionando el lugar

—¿Conocer al chico de Gryffindor Zac? Bueno fue gracias a él— le dije sonriente sentándome con el imitándome

—No suelo prestar atención a muchas personas, ¿Pero por qué el te mostraría este lugar? ¿El y tu...?— la curiosidad iluminaba su rostro completamente serio

—Pero por supuesto que no Draco, yo venía a la biblioteca para esconderme, en realidad no me gusta mucho leer, y ese día el me encontró en la biblioteca diciendo que me escondiera por qué si me encontraba.... Bueno entonces corrí y tropecé con este cuadro, recuerdo que dure toda la tarde y noche aquí— me reí en silencio

—¿te estás riendo?, ¿pero cómo se atreve?— musitó Malfoy molesto

—Hay porfavor, no creas que no se de todos los alumnos que molestabas tú Draco, es la ley del más fuerte, a mi no me molesta gracias a él descubrí esto, pero no es esto lo que te quería mostrar— me paré nuevamente de mi lugar

—¿Y qué se supone que es?— saqué de mi bolsillo mi varita creando mi patronus, una lechuza blanca como la nieve que voló a nuestro alrededor desapareciendo

—¿Cómo aprendiste a hacer eso?— Draco señaló la ave que regresaba muy sorprendido viéndola regresar con otra ave —¿De dónde salió ese otro pajarraco?—

—pajarraco el más viejo de tu casa Malfoy— hable molesta mientras la lechuza desapareció y Cora volaba en mi dirección

—¡Por Merlin!, ¿dónde conseguiste el ave? Se supone que no debería estar aqui— Malfoy miraba la hermosa ave del trueno que se para a un lado mío y me sentaba para acariciarla

—Lose, es impresionante, se llama Cora, ¿recuerdas que te dije que me gustaba ir por plantas al bosque?— al verlo asentir continué —Me la encontré desorientada al borde de la muerte, supongo que se desvió de sus padres lo suficiente para no encontrarlos y voló sin dirección fija, oh tal vez se escapó de las personas que sueles secuestrarlas, no estoy muy segura, pero me la traje a la biblioteca para cuidarla y en vacaciones va con migo

—Debes regresarla Nerea, este lugar no es su habitad— el en realidad se notaba preocupado admirando la enorme ave que se acurrucaba en mis piernas

—No puedo hacerlo— susurré acariciando sus suaves plumas sintiendo una pequeña corriente eléctrica —Además me ama, soy como su madre—

—Tienes razón, se puede llevar bien con mi búho real, aunque no es tan amigable— pareció pensarlo un momento

—Podríamos ver, sólo vengo en las noches a visitarla, no quiero que se sienta tan sola, tengo miedo de llevarla a su habitad y que no se pueda adaptar—

—Cuando pase todo esto prometo que la llevaremos nosotros mismos a asegurarnos que se adapte, ¿qué te parece?— tomó mi mano sentado a mi lado sonriendo

—Sería increíble— me recosté en su hombro —¡Mira!— me volví a levantar haciéndole una seña a cora que se posicionaba en mi brazo —¡Arriba Cora!—

Cora voló alto creando varios relámpagos y cambiando a un tono azul electrizante, gris y plateado, creando una mini tormenta a su alrededor y yo la veo emocionada pero Malfoy tenía la boca abierta al presenciar tal show

—¿Es increíble no? Yo estaba igual de sorprendida que tú al principio—

Nerea Lovegood (D.M) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora