Nerea Lovegood (D.M)

Capitulo 2

—Lamento su castigo— dije caminando junto a Hermione, Harry y Ron

—No lo lamentes, no estuvo tan mal— me dijo Harry y Hermione junto con Ron lo miraron molesto

—Estuvo horrible y con la pesadilla de Malfoy, es tan malvado e irritable—se quejó Ron apretando los puños

—No creo que sea malvado e irritable, Talvez solo no sabe expresarse, y si fuera el caso llenar el alma de coraje no hace bien Ron—

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—¿A donde se supone que van a estar horas de la noche?— pregunté mirando a Hermione correr junto con Ron

—Vamos a salvar la piedra filosofal— se apresuró Harry sonriendo algo agitado

—Genial, quiero ir—

—No puedes, es mucho peligro— escuché Hermione mirándome a mí y a Harry

—Los quiero ayudar, sé que podré ayudar— sonreí acercándome a ellos notando como Hermione comenzaba a mover la mano

—No me intentes hechizar Hermione, lo esquivaré, ya vámonos a salvar esa roca— advertí a Hermione con una sonrisa a la cual no correspondió

—Genial— Harry me tomó de la mano comenzando a correr

Cuando llegamos a una habitación con el perro gigante de tres cabeza me asusté tanto intentando correr

—Tranquila, la música que puso Snape en el arpa en el arpa está sonando y no se despertará— susurró Harry aún sujetando mi mano

—No seas miedosa— dijo burlonamente Ron para después junto con los demás mover al perro

—No esperen mi ayuda, no tocaré ese animal— advertí al verlos esforzarme y resoplar

—Oh no— dije en voz silenciosa al no escuchar la música

El perro comenzó a despertarse y retrocedí unos pasos al fondo

—El arpa se detuvo— avisó Hermione mirando el arpa

Rápidamente corrí con el arpa comenzando a tocar de nuevo el arpa intentando conservar mi calma

—¿Sabes tocar el arpa?— cuestionó Hermione al verme notando al perro volver a dormir

—Se muchas cosas— contesté nerviosa

—Increíble— dijo Ron mirándome un momento apreciando la música

—Me gustaría saber tocar así Nerea— me alago Harry haciéndome sonrojar

—Gracias chicos, mi madre me..—

—Quédate tocando el arpa mientras nosotros vamos por la piedra Nerea, pasaremos y rápido solo te vas rápido para que el perro no se despierte— me dijo Hermione rápidamente tomando de la mano a los chicos y arrastrándolos con ella

El regreso a mi sala común fue silencioso, me encantaba el silencio, solo se escuchaba mi acelerada respiración después de correr velozmente librándome del feo perro

—Merodeando por las noches, eso es lo que aprendes de tus amiguitos, lo único malo es que a ti te dejan sola—

Asustada ante la voz pegue un brinco mirando a los lados hasta ver a Draco, Crabbe y Goyle en el pasillo

—Solo voy a mi habitación, no me acuses— murmuré débilmente ante el miedo de ser castigada

—Ya aprendí mi lección la vez pasada, pero solo yo puedo merodear por las noches— me dijo  atemorizándome caminando al frente y yo retrocedía

—Tienes toda la razón, lo lamento— cedí ante sus palabras con esperanza de escapar

—No me importa lo que digas yo.. ¿qué dijiste?— dijo Malfoy procesando mis palabras 

—Lo lamento, ¿me puedo retirar?— repetí en voz baja sin querer llamar la atención

—Si ya lárgate, qué bueno que tengas claro tu lugar— me arrumbó débilmente haciéndome resbalar y sin pensarlo dos veces corrí lo más rápido que pude

Al final del año Slytherin fue el ganador hasta que el director comenzó a dar puntos haciéndome recordar que yo también participé para rescatar a esa piedra pero ni siquiera me nombró

—¿No me habías contado que también ayudaste?— dudo Zoé a mi lado

—No me gusta decir mentiras— sonreí alegremente mirando a mis amigos festejar— si los ayude y estoy feliz de que a mis amigos les reconozcan sus logros, no necesito que me nombren

—Si, pero me siento un poco mal por los Slytherin, ya se habían ilusionado— mire a donde Zoé viendo caras de enojo en los Slytherin

—No es justo para ellos, pero que se le va a hacer—

El momento de partir llegó y a pesar de mi felicidad por regresar con mi familia no quería decirle un adiós a Zoé aunque fuese temporal

—¡Hagrid!, te entrañaré— abrace a Hagrid por un lado mientras hablaba con Harry sobre amenazarlo con magia

—Pero Hagrid no podemos hacer magia fuera de Hogwarts— informó decaído Harry

—Lose, pero Dudley no sabe nada— sugirió Hagrid guiñándole un ojo

—Pero Hagrid, que consejos estás dando— reproché al escuchar comenzando a reír un poco

—Tranquila, algunas mentiras no tienen por qué ser malas— me dijo riéndose

—Hasta luego—hablamos Harry y yo

—Hasta pronto pequeños— nos dijo despeinándonos con sus gigantescas manos

—No sabía que los ogros tenían permitido hablar con los alumnos— Harry y yo volteamos al escuchar esa voz chillona

—¿cómo apareces siempre?— susurre con sorpresa al ver a Draco una última vez por este año

—Fuera de aquí, Hagrid es nuestro amigo— expresó con molestia Harry tomándome de la mano

—No sabía que ahora el elegido es tu guardaespaldas, los tejones sí que se saben hacerse las víctimas— habló Draco molesto mirándonos

—Basta de pelea, el tren ya se irá y los dejará— Hagrid nos arrumbó un poco a todos para comenzar a caminar al tren

—No me toques ogro asqueroso— se molestó Malfoy dándole un manotazo a Hagrid

—Es un semi gigante— le informe a Draco

—Lo que sea, listilla— se quejó alejándose de nosotros