Lan WangJi conoce a Wei WuXian cuando llega a Gusu por las lecciones para los invitados. Ella se enamora demasiado rápido.
O donde Wei Ying y Lan Zhan son dos adolescentes perdidamente enamorados el uno del otro, pero la guerra los hace crecer demas...
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Pasan ese incidente en silencio. Wei Ying no vuelve a mencionar el tema y Lan Zhan no está segura de cómo hacerlo. En última instancia, la cuestión de si a Wei Ying le gustaría o no tener intimidad con ella ya se ha resuelto en su mente. Él no quiere y eso está bien, incluso si su cuerpo quiere algo que su mente no. Lan Zhan puede aprender a satisfacer sus propios deseos.
Un día, Wei Ying le dice que llevará a A-Yuan a la ciudad de Caiyi junto con Wen Ning y su tío. Un día con los chicos (como él lo había descrito).
Lan Zhan tiene trabajo que hacer y constantemente hace hincapié en él, trabajando diligentemente en el Jingshi. Esta es la primera vez que tiene espacio para ella sola desde hace un tiempo y se permite un pequeño momento para disfrutar de la tranquilidad que existe, había crecido en silencio antes de que Wei Ying irrumpiera en su vida. Ahora es extremadamente raro que ella tenga siquiera unos momentos de tranquilidad todos los días. Si bien no le importan las charlas de su marido ni las risas de su hijo, a veces sí extraña la tranquilidad.
Después de un almuerzo rápido, regresa al trabajo y termina temprano en la tarde. Con el tiempo libre y la inesperada privacidad en sus manos, Lan Zhan decide hacer algo con el deseo que hierve bajo su piel.
Se quita la bata hasta quedar desnuda y se recuesta en la cama. La luz del sol moteada entra por la ventana y Lan Zhan tararea para sí misma mientras deja que una mano deambule por su cuerpo para pellizcarse el pezón. Es una sensación agradable. Su cuerpo se desliza fácilmente hacia el placer perezoso.
Su otra mano va a tomar su otro seno. Vuelve la cara hacia la almohada y respira el persistente aroma de Wei Ying mientras muele su mano. Se imagina que Wei Ying está aquí ahora y la toca. Se lo imagina llamándola "esposa" y empujándola hacia la cama.
No. Ella lo empujaría hacia abajo. Su respiración se acelera y su estómago da un vuelco. Ella lo empujaría hacia abajo y se subiría encima de él, sentándose a horcajadas sobre él. Él la miraría con esa mirada de adoración que a menudo usa y ella se apretaría contra él. Él le diría que la ama, la llamaría esposa y ella lo llamaría esposo.
Se sienta y pone la almohada entre sus piernas. Puede lavarla más tarde. Lo único en lo que puede pensar ahora es en perseguir el placer. Ella se complace, contenta de que la almohada sea lo suficientemente firme para esto y gime levemente mientras permite que sus ojos se cierren y su imaginación tome el control.
"Ah ah. Wei Ying". Nunca ha sido ruidosa, pero exhala el nombre de su marido en el aire almibarado y calentado por el sol de su casa. Ella se siente tan bien.
No está segura de cuánto tiempo se toca, pero cuando llega al clímax es con un jadeo prolongado.
Suspira felizmente y abre los ojos para encontrarse a Wei Ying mirándola congelado. No está segura de cuándo entró, pero tiene las mejillas sonrojadas y la mira con una intensidad que no ha visto en su rostro desde hace mucho tiempo. La puerta está cerrada detrás de él y ella ni siquiera había notado que se abría en primer lugar.
