Lan WangJi conoce a Wei WuXian cuando llega a Gusu por las lecciones para los invitados. Ella se enamora demasiado rápido.
O donde Wei Ying y Lan Zhan son dos adolescentes perdidamente enamorados el uno del otro, pero la guerra los hace crecer demas...
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Lan Zhan había llegado a un descubrimiento muy serio.
"Un núcleo dorado puede transferirse de una persona a otra". Lan Zhan les dice a su tío y a su hermano: "Wen Qing me confirmó que así fue como Jiang Wanyin recuperó su núcleo dorado durante la guerra. Supuse que Wei Ying perdió su núcleo debido a Wen Zhuliu, pero en realidad se lo dio a Jiang Wanyin antes de que lo arrojaran a los túmulos."
Su hermano asiente gravemente: "Ya veo. ¿Y Wei-gongzi te dijo esto?" Ella se da cuenta de que él se ve afectado por la información. Pero él se mantiene firme por ella. Ella lo aprecia.
"No. Wen Qing asumió que ya lo sabía cuando lo compartió conmigo". Ese secreto la había derribado, destrozado. Fue solo debido a su cara de póquer natural que pudo escuchar la información de Wen Qing sin gritar ni llorar. Le resultaba profundamente desconcertante que si no hubiera ido a buscar información, si Wen Qing no hubiera asumido que su marido ya se lo había dicho, si no fuera por una salvaje confluencia de acontecimientos, ella nunca habría sabido, y Wei Ying habría tomado la decisión de llevar el secreto de su sacrificio a la tumba.
"Supongo que Jiang Wanyin tampoco lo sabe". Su tío se acaricia la barba pensativamente, con el ceño fruncido estropeando sus rasgos.
"No. Wen Qing y Wen Ning solo lo saben porque fueron ellos quienes realizaron el procedimiento. Wei Ying no quiere que él lo sepa, por favor no compartan la información con otros".
Su hermano suspira profundamente: "Entiendo, no lo haremos". Otro suspiro triste: "Es realmente trágico. WangJi", le presta toda su atención, "¿Pero qué estás sugiriendo?"
Lan Zhan traga saliva, "Un núcleo dorado sólo se puede dar voluntariamente. Estaba pensando que podría darle a Wei Ying-"
"No." Su tío interrumpe antes de que ella pueda terminar: "Por supuesto que no".
"WangJi", la voz de su hermano es suave, "Sé que te preocupas profundamente por tu marido, pero no puedo permitirte que hagas esto".
Lan Zhan recuerda la forma en que había llorado Wei Ying.
"Wei Ying es un cultivador excepcional. Necesita un núcleo dorado". Ella dice, esa es la única verdad de la que puede estar segura en este momento.
Su hermano suspira de nuevo: "Aun así, WangJi, nunca permitiría que le dieras el tuyo. Esto es tanto como tu hermano como como líder de la secta. También necesitas un núcleo dorado".
Lan Zhan mira sus puños apretados sobre sus rodillas.
"Wei Ying morirá algún día". Ella dice, su voz no tiembla y su cuerpo es firme como el jade con el que la gente la compara: "Él morirá mucho, demasiado tiempo antes que A-Yuan y yo sin un núcleo dorado, se enfermará, le afectarán demasiado las heridas simples. No deseo vivir sin él". Es una declaración muy honesta. Nadie ha acusado nunca a Lan Zhan de no ser honesta. Ella es conocida por ello; es una de las cualidades que la gente cree que le da crédito.
Nunca había sabido cuánto podría dañar esa cualidad tanto a su hermano como a su tío de la forma en la que parecen estarlo ahora.
Su hermano respira profundamente: "Entendemos WangJi. Pero no estoy seguro-"
Su tío interrumpe, lo que se consideraría impensable si no fuera por el tema actual: "Consideraré lo que nos has dicho, WangJi".
La reunión finaliza con esa declaración. ¿Qué más se puede decir?
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Lan Zhan regresa al Jingshi y entra para ver a Wei Ying y A-Yuan luchando juguetonamente sobre una manta en el suelo. A-Yuan se sube encima de Wei Ying y su marido gime dramáticamente y representa su agonía mientras A-Yuan grita de alegría.
Estoy tan feliz aquí. Lan Zhan piensa para sí misma. Se pregunta cómo puede estar preparada para perder esto. Incluso si es dentro de cincuenta años, ¿cómo podría perder esto?
Wei Ying la mira y su sonrisa es a la vez bondadosa y desgarradora.
Más tarde esa noche, él se acurruca a su alrededor y ella necesita todo lo que tiene para no presionar su cara contra la almohada y llorar.
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