Capítulo 15

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Mientras tanto, en el momento en que Heidi apareció arriba, Mind la arrastró hasta el dormitorio y cerró la puerta detrás de ellas.

— Freen lo admitió — Mind sonrió. Heidi inclinó la cabeza hacia un lado. — Bueno, no exactamente, pero lo suficientemente cerca. Ella definitivamente tiene sentimientos por Becky — explicó Mind. — Y estábamos completamente equivocadas.

— ¿Equivocadas? — Preguntó Heidi, sentándose en la cama — ¿En que nos equivocamos?

— Todas estábamos preocupadas porque los sentimientos no fueran devueltos por Freen, ¿verdad? — preguntó Mind, ganando un asentimiento de la otra chica. — Bueno, eso no es el caso. Freen tiene miedo de que Becky no le devuelva sus sentimientos. — Mind se rió y se sentó. — Ella la tiene mal, Heidi.

— ¿Qué? Eso es una locura — Heidi negó con la cabeza y se rió suavemente. — Es obvio que Becky la adora, ¿has visto la forma en que la miraba? — Mind asintió con la cabeza.

— De todas las personas, Freen elige a Becky — Heidi se rió y se pasó una mano por su cabello. — No veo por qué, sin embargo, ahora que lo pienso — Mind levantó una ceja en confusión. —Freen odia a la gente falsa, Mind — explicó, señalando las escaleras. — Becky es todo lo contrario de falsa.

— Maldita sea — Mind rió, dándose cuenta de cuanto estaba en lo correcto Heidi. — Tenemos que decirle a Nam. — Heidi asintió con la cabeza.

— De hecho, ahora tal vez Freen hable realmente con nosotras — se puso de pie y se pasó una mano por el pelo. — Vamos, vamos a ver lo que las tortolitas están haciendo.

Las dos chicas se rieron cuando llegaron a la parte inferior de las escaleras y vieron a Becky acurrucada al lado de Freen en el sofá. Freen levantó la mirada y sintió que sus mejillas se ponían rojas cuando vio a sus dos amigas de habitación mirándolas.

— ¿Ella está bien? — Preguntó Mind, tratando de no hacer que Freen se sintiera incómoda. La chica de ojos mieles asintió lentamente.

— Ella no sabía dónde estaba — Freen respondió honestamente. Heidi y Mind intercambiaron miradas y ambas sonrieron.

— Eso es adorable — comentó Heidi, dejándose caer en el otro lado del sofá y levantando una ceja a Freen. La chica de ojos mieles miró, pero Heidi sabía que no era grave. Becky miró a las otras chicas y sonrió tímidamente — ¿Qué haremos para la cena? — Preguntó Heidi, levantando una ceja hacia Freen.

— No sé, Heidi, pensé que tú tenías que estar a cargo de la cena de esta noche — la otra chica sonrió y Mind chocó con ella la mano.

— ¿Pizza? — Heidi se encogió de hombros. Los ojos de Becky se agrandaron.

— Sí, pizza, sí por favor — Becky juntó las manos, haciendo que las otras tres chicas se doblaran de la risa.

— Pizza entonces — Heidi asintió una vez. Becky se rió con entusiasmo y le sonrió más a Freen. — Demasiado linda — Heidi murmuró entre dientes y sacudió la cabeza.

Freen la empujó juguetonamente y Becky se rió.

— Oh, ¿así que la defiendes, pero a mí no? — Heidi arrugó la nariz ante Becky. — Ya veo cómo es — bromeó. Becky se rió y escondió su cabeza en el hombro de Freen. — Hey Bec, ¿quieres venir conmigo a conseguir la pizza? — Preguntó Heidi, empujando a Mind. Becky miró a Freen interrogante.

— Adelante — la chica de ojos mieles le indicó a Becky que siguiera a Heidi. — Estaré aquí cuando regreses — Becky asintió con una sonrisa suave y saltó sobre sus pies, participando con Heidi en una animada conversación sobre la pizza mientras salían del apartamento.

Yellow // FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora