La Magia del Hockey

#4 El nuevo jugador

Cuando previo al entrenamiento el entrenador Bombay entró a los vestidores con una noticia, pareció que todo el equipo se le vino encima.

—hay un nuevo jugador, Adam Banks.

Todos hicieron muecas de asco e inconformidad mientras yo intentaba recordar. Su nombre me sonaba de algún lado. Era un Hawk, sin embargo era mi vecino. Vivía a lado de mi casa. Era buena persona, quizá un poco presumido pero buen chico.

Cuando Peter sacó a relucir que Bombay solía ser un Hawk y además nos llamó perdedores, Peter y los hermanos Hall salieron enfurecidos.

—el que quiera jugar que venga— hablo Bombay y se notaba la tristeza en su voz, él no había dicho eso. Era un malentendido.

Cuando fue hora de entrar al hielo los únicos que nos presentamos fuimos Fulton, Charlie y yo. Cuando el árbitro los hizo ganar por default, Charlie y yo nos miramos con lástima.

A los ojos de los demás éramos traidores, perdí a mi equipo justo cuando por fin pertenecía a un lugar.

Bombay llegó a hablar con Charlie al restaurante de su madre, le explicó que no sería nuestro entrenador el resto de la temporada.

Yo me encontraba sola en casa cuando Charlie llegó llorando, parecía tener una fuerte conexión con el entrenador.

—esto no es justo Veronica— sollozó abrazándome.

—verás que pronto se solucionará— le consolé durante un tiempo hasta que se secó las lágrimas y cuando mi madre llegó, se fue a su casa con su madre.

—Debe ser difícil— opinó mamá mientras se quitaba el abrigo.

[...]

Al día siguiente en la escuela, Charlie y yo nos sentamos juntos sintiendo lástima el uno para el otro.

—el consentido Conway— habló Peter Mark en cuanto el profesor salió— todos saben que te prefiere a ti

— a su mamá— se burló Karp. Fue la gota que derramó el vaso, pues Charlie se levantó de la silla dispuesto a golpearlo.

Intenté separarlos, pero Karp me empujó, Connie se levantó de su silla a defenderme sin embargo ella también fue empujada, pronto Germaine se acercó dispuesto a golpear a cualquiera que la toque y en pocos segundos todos los que fuimos Ducks estábamos en una pelea de niños pequeños empujando e incluso mordiéndose unos a otros.

—a sus asientos ahora— gritó la directora entrando al salón.

Todos nos sentamos pero gracias a la rapidez Charlie no alcanzó asiento y se quedó parado yo sonreí divertida.

—¿Qué tienen que decir en su defensa?— cuestionó la directora enojada.

—quack— empecé a graznar con tono burlón y todos me siguieron la corriente como en el partido.

Nos habíamos ganado un castigo con esa falta de respeto, pero había valido la pena. Me detuve de escribir cuando escuché que la puerta se abrió.

—¿que hace aquí?— preguntó Karp a Bombay que entró por la puerta

—Quiero hablar con ustedes, siéntense por favor.— pidió pero nadie le hizo caso.—volveré a ser su entrenador.

— el de unos fracasados—

—era sarcasmo— contestó— somos un equipo ¿qué me dicen? Jugamos mañana en la noche, aún podemos entrar a los play-offs o no nos presentamos y se acabó el año ¿qué me dicen?

—debemos practicar primero— sugerí de brazos cruzados

— Veré si les puedo quitar el castigo— sonreí — ¿si le graznaron malvados? — asentimos avergonzados — esos son mis Ducks

[...]

Me encontraba hablando de temas triviales en los vestidores con Germaine cuando vi como la puerta se abrió, me paré de inmediato al ver a Adam Banks entrando con una sonrisa tímida.

—no sabría si vendrías— le dijo entrenador

—si, no importa— hablo en un susurro tímido— solo quiero jugar hockey

—eso. Ducks ya conocen a Adam Banks— presentó Bombay

Charli se acercó a darle la bienvenida, pero Jesse lo detuvo de inmediato.

— Es un Hawk..

—ya no lo es, Jesse. Dejalo— pedí a mi compañero.

—no hables Pierce— se acercó a Banks— ponerte un jersey de los Ducks no te convierte en uno.

Jesse salió y todos parecían seguirlo como ovejas. Yo me dejé caer al banco, harta.

—prepárense, los veo en el hielo— salió el adulto

—Hace un minuto estábamos bien, maldita sea— me enfurecí, aventé un puck a la pared y recordé que no estaba sola.— lo lamento.

—hola— me saludo dejando caer su bolsa a la silla

—Me llamo Veronica. — me presenté—Siento que mi equipo sea tan terco. Te dejaré cambiarte.

Íbamos 1-0, nadie le pasaba el puck a Banks, ya estaba harta. No podíamos jugar contra un equipo estando ocupados peleando entre nosotros.

En cuanto me dieron un pase se lo envié sin importar lo que pudieran pensar de mi.

¡Anotó! Eso bastó para que todos lo amarán rápidamente

Al final Fulton anotó y quedamos 2-1, ganamos. Sin duda Fulton Reed y Adam Banks serían de nuestros armas secretas a partir de ahora.

Entramos a los play-offs.

[...]

Bombay nos llevó a una pista de hielo, con un equipo profesional. Ahí fue donde pude hablar a solas con Banks.

—oye, Verónica— me llamó— gracias por hacer ese pase.

—quería ver de que eras capaz— sonreí

—creo que ya les caigo bien— dijo esperanzado.

—podrías caerles mejor— su expresión se transformó rápidamente en una mueca— es broma. Ahora eres un Duck, Banks.

En el partido de los profesionales, nos sentamos en un lugar perfecto, me aseguré de quedarme junto a Charlie Conway. Con quien no había hablado desde esa vez en mi casa. Me emocioné cuando los Stars anotaron un gol, me levanté a celebrar y justo cuando volví a sentarme sentí una mano sobre la mía.

La apreté con suavidad mientras volteé a ver al dueño. Charlie me dedicó una sonrisa tímida a la vez que me ofrecía sus palomitas, las cuales acepté gustosa. ¿Acaso Charlie Conway tendría más relevancia en mi vida a partir de ahora?