La conversación en la pista de skate fue un giro para Max y Bradley. Durante la siguiente semana, comenzaron a verse más frecuentemente, primero en encuentros breves y luego en conversaciones más largas y significativas. Max comenzó a descubrir aspectos de Bradley que nunca había imaginado. A pesar de su exterior frío y perfeccionista, Bradley era profundamente inseguro y vulnerable, especialmente cuando se trataba de la relación con su padre.Max y Bradley seguían siendo rivales en muchos aspectos, pero había una nueva comprensión y respeto entre ellos. Max se dio cuenta de que su deseo de tener el control y ser dominante no tenía que estar en conflicto con la sensibilidad de Bradley. De hecho, podría complementarlo.
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Un día, en la clase, la profesora anunció un nuevo proyecto en parejas. Max y Bradley, para sorpresa de ambos, fueron asignados juntos. La tarea consistía en investigar un tema de su elección relacionado con las relaciones humanas y presentar sus hallazgos a la clase.
Después de la clase, se encontraron en la biblioteca para discutir el proyecto. La tensión inicial era palpable, pero ambos sabían que tenían que trabajar juntos si querían tener éxito.
-Entonces, ¿de qué quieres hablar?- preguntó Max, rompiendo el hielo.
Bradley miró a Max, pensativo. -¿Qué tal si hablamos sobre la dinámica del poder en las relaciones? Parece... apropiado.-
Max levantó una ceja, sorprendido por la sugerencia. -Interesante. ¿Por qué ese tema?-
Bradley se encogió de hombros. -Creo que podríamos aprender mucho de él. Además, ambos tenemos nuestras propias experiencias con eso, ¿no?-
Max asintió, viendo la lógica en la propuesta. -Está bien, empecemos con eso.-
Pasaron las siguientes horas investigando y discutiendo, sus personalidades a menudo chocando pero también complementándose. Max era más directo y práctico, mientras que Bradley tendía a ser analítico y detallista. A pesar de las diferencias, encontraron un ritmo de trabajo que funcionaba para ambos.
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La noche avanzó, y la biblioteca se fue vaciando hasta que quedaron solo ellos dos. La luz suave de las lámparas y el silencio del lugar crearon una atmósfera íntima y propicia para la conversación profunda.
-Sabes,- dijo Bradley, rompiendo el silencio mientras revisaba unas notas, -nunca pensé que podría trabajar contigo sin pelear.-
Max sonrió, dejando a un lado su cuaderno. -Lo mismo digo. Pero creo que estamos descubriendo que tenemos más en común de lo que pensábamos.-
Bradley asintió, mirándolo a los ojos. -Tal vez. Creo que he estado juzgándote mal todo este tiempo.-
Max sintió una punzada de culpabilidad. -Y yo a ti. Siento haber sido tan duro contigo.-
Bradley sonrió levemente. -Supongo que ambos tenemos nuestras razones.-
Hubo un momento de silencio cómodo, una especie de tregua silenciosa. Max sintió una extraña calidez al darse cuenta de que podía estar abriendo una puerta hacia una nueva amistad, o quizás algo más.
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A medida que avanzaba la noche, la conversación se volvió más personal. Hablaron de sus familias, de sus sueños y miedos. Max compartió cómo siempre había sentido la necesidad de protegerse tras una fachada de fuerza y control, mientras que Bradley confesó su constante lucha por la aprobación de su padre y el impacto que eso tenía en su autoestima.
-Siempre he querido que me viera como alguien fuerte y capaz,- dijo Bradley, su voz apenas un susurro. -Pero a veces siento que nunca es suficiente.-
Max sintió una oleada de empatía y algo más profundo. -Eres fuerte, Bradley. Más de lo que piensas. No necesitas la aprobación de nadie para ser quien eres.-
Bradley lo miró, y en sus ojos azules había una mezcla de gratitud y vulnerabilidad que Max nunca había visto antes. -Gracias, Max. Eso significa mucho para mí.-
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Los días siguientes se llenaron de trabajo en el proyecto y de una creciente cercanía entre Max y Bradley. Aunque aún había momentos de tensión, había también risas, complicidad y una comprensión mutua que se iba desarrollando lentamente.
Una tarde, mientras revisaban sus notas en el café del campus, Bradley hizo una pausa y miró a Max. -Sabes, he estado pensando mucho en nosotros. En cómo hemos cambiado.-
Max levantó la vista de sus notas, interesado. -¿Qué quieres decir?-
Bradley tomó un sorbo de su café, sus ojos fijos en los de Max. -Que tal vez nuestra rivalidad no era más que una manera de ocultar lo que realmente sentimos. Algo más profundo.-
Max sintió que su corazón latía con fuerza. -¿Estás diciendo que...?-
Bradley asintió lentamente. -Sí, Max. Creo que estoy empezando a sentir algo por ti. Algo más que amistad.-
Max se quedó sin palabras por un momento, pero luego una sonrisa se dibujó en su rostro. -Yo también, Bradley. He estado pensando lo mismo.-
Ambos se quedaron en silencio, compartiendo una sonrisa y una conexión que iba más allá de las palabras. Sabían que su camino no sería fácil, pero estaban dispuestos a enfrentarlo juntos. Mientras se miraban a los ojos, comprendieron que, bajo la superficie de su rivalidad, siempre había existido algo más, algo que ahora estaban dispuestos a explorar.
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Bajo la superficie/Maxley
RomanceDesde el primer día de universidad, Max y Bradley han sido enemigos acérrimos, atrapados en una constante competencia y hostilidad. Sin embargo, a medida que las circunstancias los obligan a pasar más tiempo juntos, empiezan a descubrir aspectos del...