ㅤㅤ⃨ㅤ□ㅤ𝖱𝖾𝗇𝖼𝗈𝗋.

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⠀      𓆖 ⠀  ⠀⠀                 一部

“  Hola perras, si, soy yo, Sunghoon.

Tengo mucho que decir y estoy completamente seguro de que mis palabras enriquecerán tu miserable, patética e innecesaria existencia. Sigue leyendo, zorra, xo.

Enhorabuena, si estás leyendo esto significa que has superado tus evidentes limitaciones mentales y que tus pequeños sesos aguados por alguna complicación durante el parto en un hospital público no te han impedido llegar hasta esta carta. Es una carta de despedida, obvio. Todas las grandes figuras históricas se despiden con una como ésta de sus súbditos. O eso creo. No estoy muy seguro, ¿pero a quién le importa? Cuando se es guapo y asquerosamente rico no es necesario saber sobre cosas.

Lo sé, aún no puedes creer que yo, Sunghoon Park, me haya tomado la molestia de dedicarte unas palabras pero a veces, y solo a veces, y siempre y cuando no implique mezclarme con gente cuyo saldo en la cuenta corriente no supere las seis siete cifras, me gusta hacer alguna que otra obra de caridad. ¡Así soy yo!

Ahora es una jornada bastante melancólica, para ti, evidentemente. He hecho la elección más difícil de mi existencia justo luego de ese instante en el que tuve que seleccionar un nuevo agravio para Jake. Oh Dios, ¿por qué le permitieron a tu madre crear una criatura tan insoportable y con un índice de grasa corporal superior a lo normal?, ¿y por qué nadie aún ha desarrollado una maldita aplicación que produzca automáticamente insultos ingeniosos y crueles? ¿Es que todo debo hacerlo yo?

Me marcho, no malgastes tus lágrimas de chimpancé circense en mi despedida porque muy probablemente las necesites en tu día a día. “¿Por qué?, ¿por qué nos haces esto?, ¿significa esta carta que dejaremos de ver tu pelo sedoso y cuidado con productos que ninguno de nosotros podemos pagar?”. Sé que toda explicación es poca y que un mero tweet de 140 caracteres no puede reflejar todo mi odio y repugnancia hacia ustedes y el resto de mis reclutos.   (Sí, Sunoo, también hablo por ti. Espero que estés teniendo una eterna y angustiosa estancia en el infierno. Por cierto, ¿nunca te dijeron que tienes cierto parecido con Godfrey Baguma?)

Cuídense, zorras, no volveré. ”

Heeseung leyó la carta de Sunghoon, sus ojos moviéndose rápidamente sobre las palabras escritas con tinta negra. Mientras lo hacía, no pudo evitar lanzar una mirada incrédula a Sunghoon, antes de soltar una carcajada.

—¿De qué te ríes? ¡Pedí tu opinión, imbécil! —exclamó Sunghoon, su rostro poniéndose rojo de furia.

—¿De verdad escribiste esto tú solo? —respondió Heeseung, todavía riendo—. Eres todo un poeta.

—Cállate, Heeseung. — Sunghoon apretó los puños, su mirada llena de indignación.

Heeseung, todavía riendo, miró a Sunghoon con una sonrisa burlona.

—¿Y cuándo piensas irte de Casa-Kairo? —preguntó Heeseung entre risas.

Sunghoon levantó la barbilla con una mezcla de desafío y desdén.
—¡Nunca! Dormiré en el sótano si es necesario, o sea...

Horas pasaron y Jake, sentado frente a su computadora, leyó la carta enviada por Sunghoon desde su correo. Sabía que Sunghoon jamás permitiría escribir tantas tonterías en Twitter. Las burlas y los insultos en la carta eran claros y precisos, llenos de veneno.

Indignado, Jake se dirigió a la habitación de Sunghoon, decidido a confrontarlo. Al entrar, sus ojos se posaron en un enorme placard lleno de ropa de marca. No pudo resistirse y comenzó a probarse cada prenda. Nada le quedaba bien, y para colmo, su perfume barato y en descuento delataría su presencia.

Frustrado, Jake comenzó a destrozar cada pieza de ropa de Sunghoon, parte de su plan para irritarle la vida. Los rasgó y tiró al suelo, disfrutando del caos que creaba.

Jungwon, que pasaba por allí, vio lo que estaba sucediendo y no pudo quedarse callado.

—¿Qué haces con la ropa de Sunghoon? ¡Es demasiado cara! —exclamó Jungwon, horrorizado.

Jake se volvió hacia él, con una chaqueta gris de Sunghoon hecha jirones en sus manos.

—¡Ni siquiera le gusta el gris! —dijo Jake, sus ojos fijándose en unas joyas que colgaban en el placard.

Jungwon se acercó, tratando de calmar la situación.
—A ti no te gustaría que te hicieran lo mismo... perra..

Jake lanzó la chaqueta gris hecha jirones al suelo, y se dirigió hacia las joyas, sus dedos acariciando un collar de diamantes que pertenecía a Sunghoon.

—¿Y qué harás si se entera? —preguntó Jungwon, cruzando los brazos con desaprobación.

—¿Sabes qué, Jungwon? —dijo Jake, levantando la voz—. Estoy harto de sus juegos, de su manipulación. ¡Sunghoon se merece esto y más!

Jungwon suspiró, sabiendo que la situación estaba a punto de explotar.
—Jake, no resolverás nada así. Sólo empeorarás las cosas para todos nosotros.

Jake, furioso, agarró un par de pantalones de diseñador y los rasgó en dos.
—¡Que se joda! —gritó—. Él ha estado jugando con nosotros desde el principio. ¡Es hora de que alguien le dé una lección!

Antes de que Jungwon pudiera responder, la puerta se abrió de golpe y Sunghoon apareció en el umbral, su rostro una máscara de furia.

—¿Qué demonios está pasando aquí pedazos de zorras desequilibradas? —preguntó Sunghoon, su voz helada mientras miraba el desastre en su habitación.

Jake se giró, enfrentando a Sunghoon con una expresión desafiante.
—Simplemente estoy ajustando algunas cosas —dijo, con un tono sarcástico—. Ya sabes, mejorando la decoración.

Sunghoon avanzó hacia él, su mirada llena de desprecio.
—Eres un imbécil, Jake. Un verdadero idiota. ¿De verdad crees que puedes lastimarme rompiendo mi ropa? —dijo, su voz cargada de veneno—. Eres tan patético que ni siquiera puedes hacer algo bien. Zorra.

Jake se lanzó hacia Sunghoon, su rabia cegadora, pero antes de que pudiera alcanzarlo, Sunghoon lo detuvo con una mano en el pecho.

—Si tienes un problema conmigo, dilo de frente —dijo Sunghoon, sus ojos verdes brillando con furia—. Pero no te atrevas a tocar mis cosas de nuevo.

Jake retrocedió, su ira aún palpable.
—¡Esto no ha terminado, Sunghoon! —gritó—. ¡Te haré pagar por todo!

Sunghoon lo miró con una mezcla de lástima y burla.
—Haz lo que quieras, Jake. Pero recuerda, siempre estaré un paso adelante. Y tú, querido, siempre serás un perdedor.

Jake salió de la habitación, con el pecho agitado y los ojos llenos de odio. Jungwon miró a Sunghoon, su expresión preocupada.

—Sunghoon, esto se está saliendo de control —dijo Jungwon, con voz baja.

Sunghoon soltó un suspiro, recogiendo las prendas rotas del suelo.
—Lo sé, Jungwon. Pero no voy a dejar que alguien como Jake arruine todo por lo que he trabajado. Si quiere guerra, la tendrá. Y créeme, no sabe con quién se ha metido.

Mientras Sunghoon arreglaba el desastre, sus pensamientos volvieron a Heeseung. La discusión que habían tenido seguía fresca en su mente, y aunque había sido dolorosa, también había revelado una conexión más profunda entre ellos. Algo que ni siquiera la furia de Jake podía destruir.

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Zorras, ¿Les gustó el capítulo? :3
Recuerden que es inspiración de Screamqueens, habrán muertes.

𝖱ı𖹭ㅤ𝖽𝖾ㅤ𝗌ɑƖ ⠀𓏶⠀💧⠀🤍⠀⠀⠀⠀⠀⠀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora