Veo las luces de la disco muy alargadas y más brillantes de lo normal, me ciegan y entre cierro un poco los ojos, para seguir bailando y solo sentir como mi sangre fluye por mis venas. Recién ahora me estoy dando cuenta de lo borracha que estoy pero sinceramente no me interesa. Me siento bien. Han sido semanas difíciles en mi trabajo y lo único que necesitaba hoy era esto; estar aturdida de alcohol con mis amigas.
Esta sonando un reggeaton que hace un buen rato me aparece en todas partes, Gata Only, la gente se vuelve loca, todos la bailan y cantan. Paso mis manos por mi cuerpo, trazando mis curvas y me meneo al son de la música, abstraída totalmente de todo y todos, excepto de mí.
Lo estoy pasando tan bien que quisiera estar siempre en esta euforia de alegría y de disfrute. Realmente me trastornan los escenarios apocalípticos y pensamientos pesimistas que he tenido este último tiempo. He estado realmente mal y me hace peor no contárselo a nadie, pero no quiero alarmar a mis amigas y he tenido esta política desde pequeña: "Si no lo cuentas, no existe". Así que bueno ¿Me ahogo en mi propia miseria? Sí, pero al menos digna. Como decía mi abuela, que en paz descanse, "Morir digna hasta el final".
No sé si sea lo correcto, pero jamas me ha gustado ser una víctima y al contar tus problemas, la gente por inercia empieza a sentir lastima por uno y es lo que no necesito ahora.Estoy ahí moviendo mi cabeza, tomando mi pelo sensualmente mientras me rio de mis amigas que también están muy ebrias.
Hasta que empiezo a notar esa sensación extraña, ese tercer ojo que tenemos las mujeres y siento que alguien me esta mirando. Me doy vuelta en mi propio eje y busco entre la multitud. Pero no. No veo a nadie espiándome, más allá de mis amigas bailando como dementes y gente que estaba en el bar; que no los conozco y tampoco me interesa saber más allá de sus nombres, que también acabo de olvidar.Me quedo quieta unos instantes con mi mente en blanco, pero de repente todo el lugar me da vueltas, un sudor frío recorre mi cuello y suben unas nauseas por mi garganta. Corro al baño, sin ni siquiera saber dónde está, pero solo necesito huir de este tumulto.
Después de codear fuertemente a todo el mundo para salir de ahí y llevarme algún que otro improperio de unas cuantas personas para lograr escapar del alboroto; veo una fila enorme de chicas paradas mirando sus celulares. Deduzco que es la cola para el servicio, así que sin pensarlo dos veces, subo las escaleras para salir del recinto.
Quizás tomar un poco de aire libre me hará bien.Subo como puedo porque todo me sigue girando; con una mano me tapo la boca para no vomitar ahí mismo y mientras con la otra me agarro de la barandilla, tan fuerte como si mi vida dependiera de solo ese fierro.
Al llegar arriba siento como si hubiese desbloqueado una etapa nueva de un video juego, estoy apunto de llegar al final y ganar.
Los guardias de la entrada me dicen algo al pasar, pero no les tomo bola.
Veo a lo lejos unos arbustos cruzando la calle y voy hacia allá... hasta que mi alma sale de mí estrepitosamente y solo queda un pitido infernal retumbando en mi cabeza.
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La tercera es la vencida
RomanceSon 3 amigas. Las 3 con vidas muy parecidas y a la vez totalmente distintas. La vida de fiesta, sexo, drogas, lujos, excesos y amores varios; las unen en este relato lleno de anécdotas donde por sobre todo las pega el amor que se tienen la una hacia...