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𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: sexo oral, masturbación, sexo en público.
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Estabas en tu casillero en la escuela. Tratando de agarrar uno de tus libros del estante del casillero. Extendiste la mano y fue entonces cuando sentiste una mano en tu trasero. Suponiendo que era Robby, simplemente te giraste lentamente. No era tu novio, era uno de los nuevos miembros de Miyagi-Do.
—¡Qué asco! ¡Quítate de encima! —Siseaste empujandolo lejos de ti. Pero el chico no se fue. Intentó volver hacia ti. Fue entonces cuando se escuchó una voz que reconocerías en cualquier parte. La voz de Robby Keene.
— ¡Oye! ¡Retírate! — gritó Robby. Ambos voltearon la cabeza para mirarlo. Parecía que este acosador sabía quién era. Estaba asustado. El chico inmediatamente se alejó de ti. Sin embargo, eso no pareció satisfacer a Robby. — ¿Qué demonios estabas a punto de hacer, eh? — Se puso frente al chico, entrecerrando los ojos.
— Lo siento, no sabía —
— De todos modos, no se supone que debas hacer eso. Vete de aquí. — Robby gruñó y empujó al chico, haciendo que su espalda se golpeara contra la pared. Normalmente se habría iniciado una pelea, pero el chico tenía sentido común. Sabía cuál era la opción más inteligente. Se escabulló.
Agarraste el brazo de tu novio y lo atrajiste hacia ti. — Gracias —.
— Por supuesto. ¿Estás bien? — preguntó suavemente. Se suponía que Robby Keene era uno de los más malos del mundo, pero contigo era el más amable. Sus ojos estaban clavados en ti, llenos de amor y preocupación.
— Si gracias —.
Robby se quedó a tu lado mientras ibas a buscar tus libros y luego te acompañó hasta la clase. Ya estabas un poco retrasada. La siguiente clase de Robby era al otro lado de la escuela, pero en realidad no le importaba.
— ¿Te veo a la hora del almuerzo? — preguntaste, apoyándote en la puerta del aula. Robby asintió. Sonreíste dándole un rápido beso en los labios antes de entrar a la clase. El almuerzo era en el siguiente bloque.
