Midnight Stories [BNHA +18]

Evil Man

Ship: Aizawa Shota x OC

Villain Aizawa.

Advertencia: Diferencia de edad (18-31)

Espero que les guste.
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Trago en seco apresurando su paso, con el corazón golpeando cada vez más en su pecho a la par de los zapatos de su uniforme que había olvidado cambiarse antes de salir tan tarde de la escuela, escuchando las risas extrañas de los dos hombres que la perseguían por las oscuras calles sin indicios de querer dejarla en paz.

Tenía miedo, claro que lo tenía. Si bien tenía 17 años apenas, eso no evitaba que sintiera mucho temor.

Sentía que lloraría en cualquier momento.

En una medida desesperada se adentro a un callejón, sintiendo sus piernas arder por el esfuerzo repentino de caminar tan rapido, esperando perder a los hombres que la perseguían.

Aunque no esperaba encontrarse con un callejón sin salida.

Con lágrimas en los ojos volteo temerosa para ver finalmente la silueta de esos hombres quienes le sonreían con malicia haciendo temblar su cuerpo por el miedo. No tenía escapatoria.

Tal vez, solo tal vez, si tuviera algún Quirk podría enfrentarlos sin temer demasiado, pero el destino fue malvado con ella y la privó de tal beneficio. Más no a los hombres, ya que uno de estos contaba con largas garras afiladas en sus manos y otro tenía unos afilados colmillos de jabalí sobresaliendo de su boca.

Era inevitable lo que sucedería en ese callejón y lo peor de todo era que había pedido ayuda en vano a un héroe que patrullaba, recibiendo a cambio solo un intercambio de palabras de los hombres y el héroe y luego la habían seguido hasta la situación de ahora.

Internamente rezaba porque todo terminará rápido y no doliera lo suficiente como para poder dejarla sin caminar. Debía de llegar rápido a su casa y cocinar para su madre enferma y ayudar a su pequeño hermano con sus tareas.

Dejo las lágrimas caer finalmente al cerrar sus ojos y dejarse caer de rodillas, abrazándose a sí misma mientras escuchaba como se le acercaban, sollozando con fuerza al escuchar como uno de estos hombres bajaba la bragueta de su pantalón.

Pero no pasó nada.

Confundida pero aliviada, abrió sus ojos, encontrándose con ambos hombres atados con unas cintas extrañas.

—¿Cuantas veces debo repetirlo? En mi territorio, no se violan mujeres, mucho menos niñas — una voz rasposa y cansada, pero a la vez furiosa, amenazaba a los hombres.

De entre las sombras salió el portador de esa voz, con el cabello azabache y un pulcro traje negro que se veía desalineado con esas vendas.

Irónicamente creyó que se trataba de un héroe.

—E-Eraser... — murmuró uno de esos hombres —D-Dejanos llevarnosla a otro lado..

—S-Si hombre, no nos dimos cuenta de que era tu territorio — acotó el otro.

Los huesos de los hombres crugieron de una forma que no abandonarían la cabeza de _____ en mucho tiempo, a la vez que la sangre comenzaba a brotar de sus bocas.

—No violaran a esta niña, ni aquí ni en ningún lado — respondió —¿Que clase de villanos son? ¿Siquiera pueden llamarse así si violan a niñas de preparatoria?

Inconscientemente soltó un pequeño grito al ver como las cintas apretaron más los cuerpos de los hombres, sacándoles más sangre de la que hubiera visto alguna vez, hasta que estuvieran pálidos cuál nieve y sus cuerpos cayeron al suelo con un golpe seco.