❤️Extra no.1 🚖

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5 meses después...

4:40 PM

El sol caía lentamente detrás de las montañas mientras las nubes recibían gratamente los dulces rayos tímidos que se veían como pinceladas difuminadas en aquel hermoso atardecer que estaba siendo contemplado por unos lindos ojos negros. En una oficina de aquel enorme y elegante edificio, sentado en una silla giratoria frente a aquel gran ventanal que parecía una pantalla de cine se encontraba un muchacho de cabellos morados con labios de cereza.

Sus ojos examinaban como el sol se despedía momentáneamente para darle paso a la luna, a pesar de estar mirando con detalle el paisaje su cabeza no dejaba de dar vueltas buscando atar los cabos que tenía sueltos. Últimamente se encontraba muy confundido con sigo mismo, su cerebro y corazón se encontraban en una pelea silenciosa debatiendo quién tenía la ventaja en aquella balanza que se movía con la "razón" a la derecha y "el sentir" a la izquierda amenazando con tomar las riendas una de las dos.

Puesto que los acontecimientos que ocurrieron hace unos meses le dieron una vuelta radical a su vida, sus días habían iniciado una nueva rutina llena de sentimientos gratos, pensamientos dulces y muchas sonrisas bobas, sip, los acontecimientos tenían unos lindos ojos marrones, una sonrisa de hoyuelos y un atractivo cabello con mechas largo atado en una coleta.

Namjoon

Su cabeza vivía llena de memorias vívidas con el dulce chófer de aquel pequeño carrito llamado "taxi" que no podía evitar sonreír como estúpido cuando la imagen de su rostro sonriente llegaba a su cabeza. Esos últimos meses habían estado saliendo a lugares comunes, se mandaban mensajes o hacian llamadas rápidas pero todo bajo el título de "amigos", pero a pesar de ello era muy evidente la atracción que sentían por el otro y estaba seguro que los roces de manos cuando caminaban o las miradas que se daban no eran solo por casualidad.

Giro en la silla hasta quedar de frente en el escritorio que solía ocupar cuando desempeñaba su trabajo como secretario de su padre, ese día su progenitor había tomado el día libre dejándole el cargo de la empresa, por fortuna no había mucho que hacer y en ese momento se encontraba esperando unos documentos que debía firmar para luego irse a su casa. Con aburrimiento apoyo su codo en el escritorio y recargó su mentón en la palma de su mano mientras que con la libre hacia rayones desordenados sobre una hoja blanca buscando encontrarle cabeza o pies a sus emociones.

Le gustaba Namjoon, era un echo, le gustaba tanto que no pudo evitar sonrojarse ante el pensamiento de poder tomarlo de la mano mientras salían a algún lugar. Quería decirle sus sentimientos y pedirle una oportunidad, pero la emoción de una futura historia de amor se borraba cuando la inseguridad se hacia presente en forma de miles de preguntas que lo llenaban de dudas.

¿Y si él no siente lo mismo?

¿Talvez no me odie después de declararme?

¿Y si piensa que soy un desperado?

Si, sinceramente todas esas dudas lo convertían en un pobre gato asustadizo con ganas de salir corriendo, no podía con la idea de que el moreno no lo viera de la misma manera. Gruñó e hizo un puchero mientras soltaba un chillido de pura frustración, odiaba pensar tanto las cosas, detestaba ser tan calculador e inseguro; pero no podía evitarlo porque hace cinco meses había terminado con su primer noviazgo de años y talvez no llegó a sentirse tan enamorado como se sentía ahora, porque el cariño y aprecio con el que había visto alguna vez al castaño no se comparaba con los sentimientos que últimamente había tomado por el moreno.

Temía echarlo todo a perder y que la amistad que tenía con el de coleta se tornará incómoda y asfixiante, no quería eso, porque la forma en cómo se entendía con él era tan bonita, genuina y natural que no quería dejarla ir tan fácil.

El chico del taxi  (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora