Hija Deseada E Hija No Deseada

capítulo 10

Han pasado diez años desde aquella noche en que Maki despertó con el símbolo del halcón en su cuello. Ahora, con 16 años, la vida de Maki y Lana no podría ser más diferente.

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Maki, bajo la tutela de Sofía, se había convertido en una joven fuerte y decidida. Durante el día, trabajaba junto a Sofía, aprendiendo sobre el bajo mundo y los negocios que lo sustentaban. Sus días estaban llenos de tareas desafiantes, desde negociaciones hasta misiones encubiertas, siempre con la guía y apoyo de Sofía, quien la había adoptado no solo como una aprendiz, sino casi como una hija.

Por la noche, Maki tenía una vida que solo Sofía conocía. Maki había encontrado amor con mujeres distintas. A pesar de sus peligrosas ocupaciones diarias, estas relaciones eran un refugio para Maki, un lugar donde podía ser ella misma sin las cargas del día. Sofía, comprendiendo la necesidad de Maki de tener su espacio y felicidad, nunca intervenía. Respetaba la privacidad de Maki y la apoyaba en su derecho a encontrar el amor y la felicidad, a su manera.

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Lana, por otro lado, había seguido un camino muy distinto. La herencia de su padre le había dado acceso a una vida de lujos y privilegios, pero también la había aislado. Con el paso del tiempo, su arrogancia solo había crecido, y su burbuja de egocentrismo se había vuelto impenetrable. Creía que el mundo giraba a su alrededor y que todos debían rendirle pleitesía. Su madre, Kami, había fallecido hace algunos años, y aunque la noticia había sido un golpe, Lana lo utilizó como una excusa para ensimismarse aún más en su mundo de vanidad y desprecio hacia los demás.

Lana no sabía nada sobre la vida que llevaba su hermana. La última vez que la vio fue aquella noche en que Maki había renunciado a su apellido y desaparecido con la Maga de la Cortina. Desde entonces, nunca había mostrado interés en buscarla o saber de su paradero. Para Lana, Maki era un capítulo cerrado de su vida.

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Un día, mientras Maki y Sofía estaban en medio de una operación importante en el bajo mundo, Maki sintió una inquietud inexplicable. La marca del halcón en su cuello parecía arder con una intensidad inusual. Se tomó un momento para respirar profundamente, recordando que cada vez que sentía esa conexión, algo importante estaba por suceder.

"Sofía, siento que algo está pasando. La marca... está ardiendo," dijo Maki, tratando de mantener la calma.

Sofía la miró con preocupación y curiosidad. "Puede ser una señal, Maki. Debemos estar atentos. Quizás es hora de investigar más sobre las otras dos bestias divinas."

Maki asintió, sabiendo que su destino aún tenía muchos misterios por revelar. Con Sofía a su lado, se sentía preparada para enfrentar lo que fuera necesario. Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, Lana continuaba su vida de lujos y arrogancia, ajena a las luchas y descubrimientos que su hermana enfrentaba cada día.

Las vidas de Maki y Lana, aunque divergentes, estaban destinadas a cruzarse nuevamente. El destino tenía planes para ambas, y los secretos del pasado y las marcas del presente las guiarían hacia un futuro que ninguna de ellas podía prever.

Fin del Capítulo 10