15 se julio 2024
Hoy comprendo que sólo deseabas el calor de mi carne y una que otra noche hecha de casualidad. Tus “Te amo” eran más baratos que el alcohol con el que disuelves tu dolores, así como tus caricias son el pobre intento de hacerme desfallecer entre tus brazos por tus intenciones banales.
Tu corazón ha de desprender el mismo olor pestilente que tiene tu boca, misma boca con la que engatuzas y llenas de flores tus falsas promesas, para después matar a quemarropa y agregar otra calavera a tus premios, te lavarás las manos para negar el crimen y, dejarás a mi corazón y cuerpo pudrirse en tu cementerio.
Yo no quería ser tuya, lo que quería era tu honestidad y cercanía... me haz matado.
Que Dios se apiade de tí, porque yo no puedo.
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Palabras Liberadas
PoesíaEscribir es mi modo de sobrevivir • Actualizaciones lentas • Sin orden cronológico