Capitulo 2 🌃

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«La ansiedad no te permite dormir; la depresión te despierta.» — David Walliams.

Dos meses después.

Natasha

El sonido de las gaviotas la hizo reconocer que estaba en la playa, con demasiada gente. El viento golpeaba su rostro y su cabello rubio revoloteaba detrás de sus hombros. Sus amigos estaban allí con ella nuevamente.

Amigos.

Era extraño porque sabía que eran sus amigos pero no podía reconocer sus rostros.

Oh, era un sueño.

Claro, era evidente.

Todo era muy extraño y los sueños suelen no tener demasiado sentido así que podía asumir que estaba en uno.

A lo lejos se encontraba Wanda, con su propio grupo de amigos. Podía sentir su mirada sobre ella. Y Natasha no podía parar de pensar en cuán hermosa se veía incluso en la distancia.

Las personas en la playa no suelen verse demasiado atractivas. La arena se pegaba a la piel y al rostro. Y el cabello siempre está fuera de lugar. Sin obviar el calor que provoca el sol y la forma en la que la piel se quema y cambia de color a un tono rojizo pero Wanda hacía parecer que todas esas imperfecciones eran perfectas en ella.

La luz del sol hacía que sus ojos se achinaran y su nariz se arrugara al intentar abrirlos. El color de ellos resaltaba y su cabello parecía tener reflejos rubios, todo provocado por el sol.

Era perfecta, era muy perfecta.

Pero estaba lejos, ¿por qué esta vez estaba lejos?

—Hey—. Una chica diferente apareció a su lado, tomándola por sorpresa, sentándose a su lado en la arena.

—Hey—. Natasha saludo con extrañeza. Los sueños estaba poniéndose cada vez más raros.

—Deberías usar protector solar, tu piel es demasiado blanca, debe ser sensible al sol—. Natasha inmediatamente dedujo que lo que estaba diciéndole la chica era una conversación que había tenido días atrás con otro amigo.

Ella había escuchado que los sueños eran una unión de eventos que han sucedido durante la semana o durante los últimos meses, probablemente toda tu vida.

Pero si los sueños se trataban de unir todo lo que ella había visto alguna vez, entonces Wanda debía ser real.

—Uh, claro—. Respondió sin apartar la mirada hacia Wanda, quien parecía molesta. Se había levantado de su lugar y comenzó a caminar en dirección opuesta—. ¿Me disculpas? Debo ir a ver a alguien.

La chica asintió, dándole luz verde a Natasha para comenzar a correr hacia Wanda

—¡Wanda!—Natasha la llamó un par de veces—. ¡Hey, Wanda!

Dream Girl. | Wandanat. Where stories live. Discover now