¿Quién eres?

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Shen Yuan

La luz del sol se empezó a filtrar por la ventana, anunciando que ya ha amanecido, suspiré con molestia, no pude dormir bien y aún queda mucho por hacer, aunque se ha resuelto la duda de porque los demonios se están concentrando en este lugar el problema aún no está resuelto, llevamos dos días buscando por la zona algún indicio que nos dé más información al respecto, sin embargo, no hay nada, si bien son atraídos por la energía dispersa de mi madre, ninguno se acerca al punto de concentración más fuerte, la casa, mi casa, el lugar donde murió, Su Xiyan ha estado nerviosa corriendo de un lugar a otro, está convencida de que su maestro le sigue el paso y por ende se comporta como una discípula ejemplar que cree en todo lo que él dice por lo que no hemos podido hablar adecuadamente con ella, Shen Jiu y yo estamos convencidos de que  aún tenemos mucho de qué hablar, salgo de la cama intentando no despertar a mi compañero y me acerco a la ventana, afuera aún está un poco oscuro, el cielo pintándose con los colores del amanecer, la brisa fresca recorriendo al pueblo que empezaba a tener actividad, una bella melodía se apenas audible llamo mi atención de inmediato, me concentre en el sonido un momento, yo la conocía, conocía esa canción a la perfección

-Mi pequeño A Yuan, ¿quieres escuchar a mama tocar? - entre a la habitación en la que estaba mi madre jugando con el  guqin que tenía unos cerezos tallados, su instrumento favorito, tome su mano extendida cuando llegue a su lado y me senté donde me indico cerca de ella, desde que reencarne había tomado un gran interés por el instrumento y siempre era un placer escuchar sus canciones -esta canción se llama Gao Shan Liu Shui, cuando mi A Yuan crezca un poco más mama te enseñara a tocarla- 

Una de sus canciones favoritas, la memorice a la perfección tan solo de verla tocarla tantas veces, no podía estar equivocado, mire hacia la habitación verificando que Shen Jiu seguía dormido, será rápido, salí por la ventana y seguí la melodía, pronto terminaría así que debía darme prisa, salí del pueblo dirigiéndome nuevamente a la casa donde viví, algo en mi corazón me lo decía, me decía que no podía ser ella, pero la esperanza inundo mi cuerpo, le rogaba a dios, al que me escuchara, se me permitía verla aunque sea una última vez haría lo que fuera, aunque sea solo por un momento, una palabra bastaría, llegue nuevamente a el claro en el que estaba mi hogar y mi corazón dio un salto al ver a una mujer de hermoso pelo blanco sentada tocando el guqin en el porche, me acerque lentamente en cuanto termino de tocar, ella pareció reparar en mi presencia, sin embargo no se alarmo, no reacciono de ninguna forma, solo me miro, con esos ojos tan parecidos a los míos, me detuve en seco, no era ella, no es mi madre y sin embargo se parecen tanto que podría pasar por ella, su energía tan diferente pero tan familiar

- ¿Quién eres? - pregunto con voz tranquila, sin emoción alguna, igual que su rostro 

-Mi nombre es Shen Yuan - siguió viéndome, sin decir o hacer nada, incomodo me aclare la garganta - lamento haberla interrompido, la eh confundido con alguien que conozco- mire hacia la casa tragándome el nudo que se me atoro en la garganta -ella vivía aquí y le gustaba mucho esa canción- esto pareció despertar su interés

-Acércate niño- así lo hice, no me sentía en peligro, ni intimidado y eso me tenía muy confundido -te pareces a ella, ¿Qué relación tienes con Feiyu?- tal vez me equivoqué, pero eso en su voz ¿era esperanza?, sus ojos no podían mentir, así que busqué en ellos la respuesta, esos ojos tan profundos como los que veo en mi reflejo por poco me atrapan, pero al concentrarme pude verlo claramente, ese pequeño atisbo de esperanza aparto su instrumento para inclinarse hacia adelante y tomo mi rostro con el mismo cuidado que pondría un artesano a sus creaciones, tan gentilmente como si tocara porcelana

-Ella era mi madre- le dije, aun sabiendo los riesgos, asustado por lo que podría pasar, ni siquiera conozco a esta persona, aun así, sentí que tenía que decirlo, su rostro mostro emoción por primera vez desde que nos encontramos, no sabría como describirla, mostrando tantas cosas a la vez, asombro, alegría, tristeza y algo que no supe identificar 

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora