𝐄𝐍𝐑𝐄𝐃𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐑 | 𝑩𝑬𝑵

𝑼𝑵𝑶: 𝑻𝒉𝒆 𝒔𝒕𝒂𝒓𝒕

Capítulo 1: El  inicio

EL TIK TAK DEL RELOJ LO ABURRÍA, hacia más de una hora había terminado de hacer todos los que aceres de su casa, no le gustaba para nada hacer esas cosas pero su madre lo obligaba para poder salir con sus amigos.

Suspiro molesto y tomó un libro que se había robado, se sentó en el viejo sofá y abrió el libro.

— Los libros releeré si el rato hay que pasar.. — Murmuro pero de nuevo cerro el libro al ver que ya lo había leído cincuenta y cinco veces. — Y pintaré algo más, encontraré un lugar..

Se levantó con cansancio y tomó el cepillo para comenzar a pasarlo por su cabello.

— Y mi cabello cepillaré, a cepillar.. — Volvió a suspirar con aburrimiento. — Pero al final siempre vuelvo a aquí..

Dejó el cepillo en el tocador y fue a la ventana, donde a lo lejos se veía Auradon.

— Yo me pregunto, pregunto, pregunto... — Sonrió con algo de tristeza. — Que cuándo comenzaré a vivir...

Dejó de mirar el lugar y miro aún lado, en la mesa donde estaba su cepillo y observó la carta que tenía su nombre, la tomó y sintió algo de molestia, era la carta donde les permitía ir a ese lugar lleno de color de Rosa, quería ir? Claro que quería pero su madre no lo dejaba porque el mundo era peligroso igual que aquí.

— Ven con nosotros!

Los gritos de sus amigos afuera le hicieron asustarse, corrió para observar como estos estaban sonriendo, bajo las escaleras sonriendo.

— Saben que no puedo..

— Escapa. — Dijo Jay como si nada.

— Ven con nosotros. — Repitió Evie.

— No lo se, mi madre me matará. — Murmuro apenado.

— Tienes que venir con nosotros, mi madre igual me matará si no le doy perritos. — Dijo Carlos con algo de gracia.

— Si haces algo así de malo entonces tu madre verá que no eres un niño y te dejará salir.

Tenía razón, ya no era un niño pero su madre lo seguía viendo así, miro el reloj y faltaba una hora para que llegará, asintió y dejó pasar a sus amigos, le ayudaron a empacar un par de cosas en su mochila y dejó una breve nota.

" Volveré con la varita y veras que no soy un niño a quién cuidar, también robare la corona de Rapunzel para que veas que nunca seré como esa mujer.
Att: Ryan. "

...

— Ryan, vámonos! — Gritaron los chicos.

Corrió con sus amigos y subieron al auto, sintió muchos nervios, escapaba de casa justo como lo hizo Rapunzel, su madre le conto cosas horribles de ella pero no le importaba, aquella era irrelevante.

— Bien, ya sabemos el plan, y tú no te encariñes con nadie. — Advirtió mal.

— Nunca me encariño rápido. — Se defendió de inmediato.

— Claro. — Dijo Mal cruzándose de brazos.

— Como la vez que no te encariñaste con una rata. — Hablo Evie recordando tal suceso con cierto asco.

— Estaba sola, no tenía hogar! — Explicó aún con sus brazos cruzados.

— O como la vez que no te encariñaste con un pez que nos íbamos a comer. — Siguió Carlos mientras comía un par de dulces.

— O la vez que te encariñaste con un pirata. — Murmuro Jay con algo de enojo.

No dijo nada más, tenía razón pero lo último fue un error que no debía volver a cometer, Mal simplemente en modo de apoyo puso una mano en su muslo, no era de decir cosas lindas y ninguno en general pero con el menor simplemente hacían que su corazón se estrujara.

— Bien, no lo haré.

No hablaron más del tema hasta que llegaron; al bajar del auto todos les recibieron, puso una pequeña sonrisa por tal bienvenida, miraba a su alrededor con cierta emoción, aun que media casi dos metros y su cuerpo era bastante grande, era como un niño pequeño.

— Ah, y tu debes ser Ryan, hijo de Ghotel. — Sonrió aquel príncipe.

Al estar mirando a su alrededor se sorprendió cuando aquel joven le hablo, se acercó y al verse sintió algo extraño en su corazón, ambos se miraban de cierta manera y cuando estrecharon sus manos, el más joven noto el sonrojo del príncipe.

Ninguno lo sabia pero era el principio de muchas cosas.

— U-un.. gusto.. — Murmuro el príncipe.