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Kara sale del baño privado de la alcoba de su novia vistiendo un fino traje italiano pues se supone cenarán con su madre a las 9 y faltan diez minutos, mirándose en el espejo del vestidor, apenas se reconoce, las finas líneas grises en la tela negra resaltan la corbata del mismo color, además la camisa marfil le da un buen porte no todos los días se puede probar algo asi.
-Amor, Iosif ya está sirviendo la cena...
Su novia que había entrado se queda mirándola con la boca abierta, la rubia encuentra su mirada en el espejo sin voltear.
-Te ves increible- murmura sin aliento, acercándose, la heroína se da la vuelta disfrutando del visto bueno cuando su novia le pone las manos sobre los hombros examinándola-. Si no tuviéramos que hacer esto en definitiva te sacaría por la bragueta de estos costosos pantalones para tomarte en mi boca hasta que te derritas.
Al mirar arriba Luthor se encuentra con su mujer completamente sonrojada, que sin soportarlo se cubre los ojos con las manos.
-Amor, lo siento, sé que lo pervertido no es tu fuerte, en tu planeta Kypton no tenían la costumbre del sexo.
Intentando demostrar entereza Kara baja las manos, pero aún sin mirarla, con los ojos al piso.
-Si la casa de El se enterara de lo que hago, Rao- suspira confrontándola al fin-. No es queja, se siente bien y contigo hay una conexión emocional sin precedente a cualquier cosa que me hace sentir en la gloria, es solo... Supongo que drogarse también se siente bien.
Lena sonríe con cariño, sabe que es su rara manera de decirle lo mucho que la ama, y disfruta de su intimidad, aunque la Kryptoniana en ella no apruebe el contacto sexual, entonces se escucha el timbre.
-Es mi madre, vamos- dice caminando a la puerta, pero Kara la retiene del brazo.
-¿Amm si harás lo que dijiste después?
Eso saca la malicia de Luthor.
-¿Qué?
-Lena, no me hagas repetirlo.
Sonriendo se suelta de su agarre.
-No sé de que me hablas.
-Ya sabes- insiste siguiéndola, logrando tomarla del brazo antes de llegar al comedor-. Eso, eso que dijiste.
-¿Qué? ¿Qué voy a succionarte tan duro que vas a venirte en mi cara, pechos e incluso si quieres que lo trague me sostendrás con su poderosa mano contra tu miembro?- pregunta arrogante.
La cara de la Kryptoniana no está sonrojada, no, está más allá de eso, sus mejillas están en llamas, su rostro podría ser una señal de alto.
-Yo solo quería que me chuparas- responde con un hilo de voz, casi parece que quiere llorar.
-¿Interrumpo algo?
Al escuchar esa voz ambas voltean, encontrando a una alta mujer mayor al final del pasillo que le está entregando su abrigo a Iosif.
-Recuerda, no seas amable o encantadora, actúa como si el mundo fuera tuyo.
La rubia asiente, caminando a paso seguro hacia la famosa Lillian Luthor.
-Nada, charla de amantes- saluda con sofisticación-. Un placer al fin conocerla, mi nombre es Kara Danvers.
La mujer parece impresionada al ver que besa sus nudillos.

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Sé mi padrino
HumorKara Zor-El lleva seis meses en una relación con Lena Luthor, antes enemiga, hoy su amante, todo va bien, o al menos eso cree, hasta una noche que su novia le hace una extraña petición.