Tu y yo

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Esta historia ya va a terminar, sin más que lo disfruten.

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Kara se había tomado un descanso "enfriando" sus manos en el hielo como si realmente se hubiera lastimado fingiendo golpes, la noche transcurrió entre charla agradable, su suegra es una mujer muy culta y con el alcohol a su disposición no paraba.

-Creo que necesito un pequeño descanso- comenta Lillian.

-¿De verdad?- cuestiona Lena sentada en el regazo de su novia.

-Si, pero por favor no lo terminen sin mi, solo necesito descansar unos minutos y ¿Habrá un inodoro por aquí?- pregunta poniéndose de pie.

La joven Luthor asiente.

-Iosif, escolta a mi madre al tocador, luego al auto para que descanse ya casi nos vamos.

La kryptoniana consulta el reloj suizo que su novia le prestó mientras se van.

-Una de la mañana, apenas ha empezado la noche, pero si, creo que debemos irnos pronto.

-Si cariño ¿James estás bien?- pregunta la CEO preocupada.

La respuesta que recibe es un ronquido.

-¡Se quedó dormido así!- dice sorprendida, pues está en el suelo amordazado-. No puedo creerlo.

-Necesito que te levantes querida- pide la rubia con un gemido.

-Oh es cierto.

Kara había tenido tremenda erección desde hace rato, razón por la que Lena se había sentado en su regazo y no se había levantado.

Al quitarse ve el duro problema en el que se encuentra su novia, lo que le provoca una tierna sonrisa, y es que su amada Kryptoniana no suele beber, no siempre tiene dinero para alcohol alienigena pues el humano no le hace efecto.

-Ven vamos- dice ofreciéndole la mano.

La rubia la sigue un poco tambaleante, mientras la llevan a un pasillo lateral abandonado, el edificio está oscuro por la madrugada, así que una vez que se alejan de las luces de "la sala de tortura" apenas se pueden ver los rostros.

-¿Cómo te sientes? ¿Estás consciente?- la alienígena sonríe sintiendo su aliento haciéndole cosquillas en el mentón.

-Si, no estoy tan borracha- asegura bostezando-. Es solo que aunque no me pesas sentía que estaba perdiendo el control.

La joven Luthor se muerde el labio con ganas, pero no quiere aprovecharse.

-Tenemos unos minutos solas, si quieres hacer algo.

-¡Es justo lo que quería hoy cuando subía por el ascensor tu casa!- dice tomando a su pareja de los brazos, acariciándolos de arriba a abajo de manera reconfortante-. Era la noche perfecta, pediríamos comida, nos contaríamos nuestros días y luego haríamos el amor.

Lena siente que se derrite, Kara es tan dulce.

-Lamento haberte arruinando los planes.

La Kryptoniana empieza a reír, empieza alegre, ligero, tan ella, pero poco a poco su risa baja de tono retumbando en su pecho, el sonido le eriza la piel a la CEO al sentir como le suelta un brazo y sigue el sonido de como se desabrocha el cinturón.

-¡Esta ha sido la mejor fantasía!- dice con voz áspera apretándola contra la pared-. Estoy por reventar estos costosos pantalones y tú oh, tu seguro sabes lo que me provocas ¡La mujer de un mafioso! Rao solo he tenido los más obscenos pensamientos ¡Lena!- dice su nombre cargado de excitación-. No puedo más, siempre despiertas este instinto primario en mi.

Sé mi padrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora